200 incendios siguen activos en Australia y ya son 23 los fallecidos

Se han contabilizado al menos 23 fallecidos, la mayoría de ellos en la última semana de 2019. Las autoridades evalúan los daños causados por los incendios, que se sitúan en unos 270 millones de euros.
Unos 200 incendios seguían ardiendo ayer, domingo,
en el sureste de Australia, donde las autoridades evaluaban los daños de
la “catastrófica” jornada del sábado mientras crecían las críticas a
la gestión de la crisis del primer ministro, Scott Morrison.
La bajada de casi 20 grados de las temperaturas dio un respiro
a los bomberos, que ayer, con fuertes vientos y máximas rozando en
algunos puntos los 50 grados, tuvieron que elevar la alerta a nivel de
emergencia en más de una veintena de focos.
Pese a ello, la situación seguía siendo complicada en sitios
como Eden, una localidad situada en el sur del estado de Nueva Gales del Sur,
donde se llamó a los vecinos a buscar refugio en estructuras sólidas ante la
proximidad de las llamas que dejaron el cielo de un color rojo oscuro.
Esta localidad se encuentra a menos de 60 kilómetros
de Mallacoota, una población costera del estado de Victoria, de donde
fueron evacuados en barcos de la Marina un millar de las 4.000 personas que
quedaron cercadas por el fuego en la playa.
La cifra total de fallecidos desde septiembre en Australia
se ha situado ya en 23, la mayoría de ellos desde la última semana de 2019.
La nueva víctima murió el sábado de un paro cardíaco, cuando
ayudaba a un amigo a contener el fuego cerca de la localidad de Batlow, a unos
460 kilómetros al suroeste de Sídney, según confirmó la jefa del gobierno del
estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berijiklian.
Las aseguradoras estiman en más de 430 millones AUD (299
millones de dólares estadounidenses o 268 millones de euros) los daños
acumulados por los fuegos, que han creado una espesa nube de humo que obligó a
la aerolínea Qantas a suspender sus vuelos en el Aeropuerto de Camberra.
Los incendios también han afectado Nueva Zelanda, donde el
humo dejó el cielo rojizo y causó problemas respiratorios en varias personas en
Auckland, situada a más de 2.000 kilómetros de Australia.
Fuente: Eitb