Comenzó la tercera semana del juicio: la palabra de Lucio Hisa y escritos de Norma Carleti

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“Hace tres años me quitaron a mi mamá. La mataron. Y ahora me quieren quitar a mi papá”, expresó el hijo de la víctima y de Leonardo Hisa.

Este lunes, dio inicio la tercera semana del juicio en el que un jurado popular deberá determinar responsabilidades penales para 4 imputados por la muerte de Norma Carleti.

La jornada comenzó con la declaración de Lucio Hisa, hijo de Leonardo Hisa -uno de los imputados- y de la víctima. Además, el Juez Técnico David Mangiafico había dado lugar a la declaración de Juan Carlos Guerrero, otro de los imputados, a pedido de su defensa, pero finalmente no declaró porque adujo no sentirse en condiciones de hacerlo por una descompostura.

Leonardo Hisa y Juan Carlos Guerrero enfrentan esta instancia judicial acusados de homicidio calificado por el vínculo y homicidio calificado por ser cometido por precio o promesa remuneratoria, en calidad de instigador y partícipe primario, respectivamente. Mientras que los hijos del segundo, Kevin y Alexis Guerrero, están encuadrados bajo la misma figura penal, pero en calidad de coautores.

La palabra de Lucio Hisa

Lucio Hisa es hijo del imputado Leonardo Hisa y de la víctima Norma Carleti y además se ha constituido como uno de los querellantes en la causa. Se sentó a contar su versión de lo vivido ante el jurado popular por casi 2 horas; y lo hizo cronológicamente, desde que recibió el primer llamado que lo alertaba que algo había pasado en la casa de su madre, en el centro de Tunuyán durante los primeros minutos del 5 de marzo de 2018.

El joven contó que se encontraba en Mendoza y que viajó junto a otro de sus hermanos a Tunuyán. “Cuando llegué había un cierre perimetral de la casa; estaba mi familia, la de mi madre, hermanos, primos, todos. “Me acerco a mi papá, me comenta lo que pasó y lo abracé”, dijo visiblemente emocionado.

Luego relató sobre su primer contacto con autoridades judiciales. “El fiscal salió y me preguntó si sabía si mi mamá tenía problemas con alguien. Sospechaba que no era un robo, sino algo pasional. Le comenté esto a mi papá porque me parecía que directamente lo estaba acusando a él y a mi mamá la acaban de matar. Luego fui a declarar a la comisaría.”, contó sobre los primeros momentos.

Según su propio testimonio, Lucio Hisa regresó a Mendoza a buscar pertenencias para quedarse en Tunuyán tras la muerte de su madre. “Fue estando en Mendoza que mi papá me hace saber que me dejaba las llaves del mausoleo Hisa-Carleti a disposición, por si queríamos enterrar a mi mamá ahí. Se lo agradecí, pero mis hermanos no estaban de acuerdo. A mi mamá la dejamos en la capilla del cementerio y después me fui a la casa de mi papá con mis amigos”, señaló.

Consultado por la inseguridad de la zona en la que quedaba la casa de su madre, Lucio Hisa dijo: “Era una zona particularmente insegura. A mí una vez quisieron acuchillarme y a varios vecinos también les habían robado en varias oportunidades. La inseguridad era algo que nos preocupaba, mirábamos, dábamos vueltas a la manzana. Mi abuela era vecina, vivía a 15 metros, pero la acompañábamos a su casa”.

El hijo de Norma Carleti también se refirió a los movimientos de dinero que se producían en la casa de la empresaria. “Allí tenía su oficina, administraba unas 15 propiedades, cobrábamos grandes sumas y vivíamos en esa casa. Todo lo hacíamos en esa casa. Después del fallecimiento con mis hermanos nos hicimos cargo y calculo que lo que mi mamá manejaba habitualmente era una cifra cercana a los $500.000. Tenía cuentas también en España, donde había comprado una casa. Tenía monederos y dos bolsos en los que guardaba; uno azul para el dinero del día a día. Y otro que guardaba que era oscuro y de cuero”, detalló.

Lucio Hisa dijo estar al tanto de que su madre tenía dos cajas de seguridad en su habitación. “No sé qué había en esas cajas, pero puedo suponer que tenía plata o algo de valor. Había puesto unos pasadores de seguridad en la puerta de su pieza. Lo hizo cuando yo me fui de la casa y ella se quedó sola. Tomó esa decisión porque a una vecina se le habían metido a robar”, le dijo al jurado.

Sobre la relación que tenía con su mamá, Lucio Hisa contó que “tenía una relación muy buena con ella. Me lavó la ropa hasta el día en que la mataron. Me acompañó cuando me presenté como candidato a presidir el centro de estudiantes en la facultad. Todo el tiempo me acompañaba y era muy cariñosa. Cada vez que iba a Mendoza me llamaba para ir a verme, aunque nos hubiésemos visto el día anterior”. También se refirió a la relación entre sus padres, sobre lo que expresó: “Ella nunca me dijo que le tuviera miedo a mi papá, se veían. La semana anterior a que la maten, mi papá tuvo un accidente y ella lo fue a ver. Él tenía el control remoto para entrar a la casa de mi mamá y mi mamá tenía el mismo control para entrar a la casa de mi mamá. Era una pareja que iba y venía y que quería darle un cierre a todo, más allá de lo económico”.

Una vez más, la firma Las Lomas, que compartía el matrimonio Hisa-Carleti, fue centro de escena para las partes que preguntaron a Lucio Hisa. “Habían llegado a un acuerdo en el que las acciones y la división de bienes pasarían a los hijos, para ellos no tener conflicto. Cada quien cedía su mitad a sus hijos. Ese convenio se empezó a cumplir y solo faltó ceder las acciones de Las Lomas. Mi mamá no accedió porque le generaba cierta incomodidad que yo recibiera acciones por mi mamá y por mi papá. Ella sentía que quedaba desbalanceado y que yo tendría más que el resto de mis hermanos, por ser hijo de ambos”, explicó quien actualmente es el presidente de la empresa Las Lomas.

Sobre el vínculo de Juan Carlos, Alexis y Kevin Guerrero, con su familia, Lucio Hisa contó que se originó a partir de su abuelo Ítalo Carleti. “Lo puso como encargado o casero del barrio. Yo era chico, pero compartíamos con él y con sus hijos. Juan Carlos trabajaba con la familia, era una persona de confianza para todos y sus hijos lo acompañaban. Mi mamá le tenía desconfianza a Kevin, sospechaba que alguna vez le robó, aunque nunca lo supo a ciencia cierta”.

Lucio Hisa explicó al jurado que, en el mismo mes de marzo de 2018, comenzaron los trámites de sucesión tras la muerte de su madre. “Mi hermano Germán y el doctor Ábalos comenzaron con el proceso. En un principio sólo se repartían fondos sin facturas ni comprobantes, tuve que pedirlo por vía judicial. Mis hermanos Gastón y Germán y yo, somos los herederos de mi mamá. Mi padre se presentó en la sucesión y dijo que no era heredero por estar separado. Los gastos de sucesión los gastos rondaban más de $30.000.000, por eso mis padres querían convenir para evitar ese gasto”, dijo.

Consultado por su vivencia en todo el proceso, Lucio Hisa dijo ante el jurado, las partes y el tribunal: “Hace tres años me quitaron a mi mamá. La mataron. Y ahora me quieren quitar a mi papá. Tengo mucho miedo de quedarme solo. Fueron tres años eternos, en los que me allanaron mi casa y prácticamente me acusaron, es un delirio”.

Las cartas de Norma Carleti

El jurado escuchó con autorización de las partes un escrito que la empresaria Norma Carleti había redactado a pedido de su psicóloga y sus abogados (que ya declararon en este juicio y en otras etapas de la causa), para describir la situación en la que se encontraba respecto a la relación que mantenía con quien entonces era su esposo, Leonardo Hisa. En un tramo, la víctima escribió: “en un principio la relación iba muy bien pero luego empezó a mostrar episodios de celos que se hicieron constantes en todos los años. Él fue apropiándose de mí como si fuera un objeto de su posesión. Mantenía relaciones sexuales aunque no quisiera, porque si no se enojaba mucho. Muchas veces le dije que me sentía violada y se enojaba aún más. Creí que yo era el problema y acudí a una sexóloga, pero cuando le tocó ir a él interrumpí las citas”, escribió la víctima.

Las misivas fueron leídas por tramos, de acuerdo a lo que la querella de la familia Gómez Carleti (dos de los hijos de Norma Carleti) fue resaltando. “Lo teníamos todo para ser felices pero él siempre estaba enojado. Para el afuera se mostraba bien, pero a solas siempre estaba mal conmigo y no quería compartir nada. En 2017, cuando tuvo un fracaso electoral, se puso muy agresivo conmigo. Cada vez que no hacía lo que él quería, amenazaba con matarme, matar a mi hijo y suicidarse. Fue muy difícil para mí transitar esta etapa porque sufrí mucho su abandono y su infidelidad”, escribió la víctima sobre su esposo, hoy imputado.

Sobre el vínculo empresarial que mantenía el matrimonio, Norma Carleti escribió en sus cartas que confiaba en el contador que le llevaba documentos para firmar. “En 2016 por una casualidad, me entero que él tenía más acciones de las que debía. Cuando me traía los balances yo le pedía que subsanara ese error. Me sacó de mi casa muchísima documentación y todo el dinero y hasta joyas. Sólo me devolvió un collar que luego de explicarle llorando que era de mi padre, me lo devolvió. Me di cuenta de que él tenía decidido separarse desde 2013, pero utilizó todo este tiempo para dejarme en la calle y sacarme todo lo que yo tenía”, dice una carta escrita por la víctima.

La jornada de testimoniales se completó con la palabra de efectivos policiales que realizaron allanamientos y tareas de vigilancia a pedido de la fiscalía en el domicilio de Juan Carlos Guerrero. “Hubo dos allanamientos en un día, es algo que puede pasar si así lo dispone la fiscalía. La primera fue exhaustiva y en la segunda se buscaron elementos en particular. Se buscó dinero y no se encontró, se buscaban cheques, dólares. Si se hubiese encontrado dinero, se hubiese informado al fiscal”, dijo uno de ellos.

Fuente: Poder Judicial

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