Cuidar la mente como cuidamos el cuerpo: ¿qué rol desempeñan los psicólogos en nuestra salud?

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@TeffyTello

En esta nota entrevistaremos a Mariano Baudino, profesional del Hospital Tagarelli de San Carlos quien nos cuenta más sobre la ayuda que brindan a sus pacientes.

Hoy, como cada 13 de octubre, se conmemora en nuestro país el Día del Psicólogo, fecha que se instituyó en 1974, cuando la Confederación de Psicólogos de la República Argentina (CoPRA), entidad antecesora de la actual FePRA, convocó al Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología en la ciudad de Córdoba.

Este encuentro se erigió como un espacio para pensar y trabajar por los derechos de los psicólogos, por la construcción de una identidad profesional y donde miles de psicólogos y estudiantes de todo el país unieron sus fuerzas en defensa de la psicología.

La psicología es una disciplina que tiene como objetivo analizar los procesos mentales y del comportamiento de los seres humanos y sus interacciones con el ambiente físico y social, por lo tanto los profesionales tienen una gran responsabilidad en ayudar a sus pacientes a sentirse bien emocionalmente.

Por tal motivo, este día, decidimos entrevistar a Mariano Baudino, psicólogo del Hospital Tagarelli, quien llevó a cabo en esta pandemia una iniciativa muy linda para los pacientes que se encontraban internados y por ende, aislados con coronavirus. El especialista invitó a la comunidad a escribir cartas afectivas para poder levantar el ánimo a quienes pasaban por ese proceso difícil. Su alentadora propuesta tuvo gran aceptación en los vecinos y también en personas de otras provincias que hicieron llegar sus escritos positivos.

En esta nota, Mariano nos contará más acerca de su profesión, los desafíos, los mitos y la importancia de buscar ayuda.

-Primeramente,  contanos quién sos y desde hace cuánto sos psicólogo.

Soy Mariano Baudino, vivo en La Consulta y soy psicólogo desde hace 9 años.

-¿Por qué elegiste esta profesión?                                     

Elegí está profesión porque siempre tuve la impronta de ayudar al prójimo, y el tema de la salud me gustaba. Estaba entre obstetricia y psicología, y me decidí por psicología.

-Nos podrías resumir ¿qué es la psicología?

Para mí la psicología, más allá de ser una ciencia, es la forma de ayudar a las personas a enfrentar aquello que los aqueja para que puedan encontrar la forma de superarlo desde su particularidad.

-Hay varias corrientes, ¿con cuál trabajas vos y por qué?

Mi formación de grado fue psicoanalítica. Dentro del psicoanálisis continúo formándome en la línea francesa, es decir, la lacaniana. Creo que la línea que uno elige para trabajar va en relación a cómo se siente más cómodo para aplicar las herramientas que tiene, por eso es que me gusta, la escucha atenta, la forma de dirigirse al sujeto para que se implique en lo que lo aqueja para que decida hacer algo con ello.

-Hay un mito en la sociedad que dice que el “el psicólogo es para los locos”, nos podrías ayudar a explicar que esto no es verdad.

Sí, la verdad  es que siempre trabajamos desde la prevención, la idea es justamente que las personas vayan a terapia para hallar una solución a aquello que les genera miedo, ansiedad, angustia, enojo, etc . Además, para no se convierta en algo patológico.

-Para seguir desmitificando y ayudar a las personas a que se animen a buscar ayuda ¿qué se hace en una primera sesión con el psicólogo? ¿Cómo es ese encuentro?

En la primera sesión siempre hay mucha ansiedad por parte del paciente, en el “qué le cuento”, “qué me va a decir” siempre está presente. Siempre les hago la aclaración a mis pacientes de que es un espacio que configuran ellos, no los obligo a hablar de aquello que no quieren, cada uno responde a sus tiempos, y eso lo respeto, ya que cada uno sabe cuánto le duele lo que está pasando. No hay problemas “tontos”, cada cosa que causa sufrimiento es importante, y hay que ayudar a que se tome una postura frente a ello.

-¿Cuáles son los desafíos de tu profesión?

Cada paciente es un desafío, ayudarlo, cómo te decía antes, a que acepte lo que está pasando, que pueda analizar el porqué de las decisiones que toma… En la clínica siempre aparecen resistencias.

-Y en contraposición, ¿cuáles son las alegrías o beneficios?

La alegría más grande es la que ocurre cuando el paciente que llegaba angustiado con su queja logra superar sus dificultades… Cuando pueden volver a sonreír, e incluso reírse de sí mismo.

-Por último, ¿cómo una persona puede darse cuenta que necesita ayuda psicológica?

Cuando hay algo que se considera una costumbre y empieza a molestar, cuando ya no me siento conforme con las cosas que antes me generaban satisfacción, cuando estoy todo el tiempo enojado, cuando no puedo aceptar una pérdida, cuando estoy muy triste, o simplemente cuando no tengo a quien contarle lo que me está pasando y esos pensamientos no dejan de atormentarme, es hora de consultar.

Los psicólogos no tenemos las respuestas a cómo hay que vivir, pero en esa comunión con el paciente, las buscamos juntos.

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