Así lo expresó el presidente de la CIAT de Tunuyán en entrevista con El Cuco Digital. El dirigente también habló sobre los desafíos del 2020, el manejo de la pandemia por parte del Gobierno, y los objetivos para el 2021, entre otros temas.

Cierra el 2020, un año atípico y muy difícil debido a la pandemia de COVID-19, que no sólo deja millones de muertes en el mundo, sino también severas crisis económicas y sociales.

En el Valle de Uco esa realidad no es ajena. Cientos de vecinos perdieron a seres queridos, sus empleos; fundieron emprendimientos, cerraron comercios, y aunque hubo diversas ayudas por parte de los gobiernos, el desplome en la economía local fue inevitable.

A pesar del difícil contexto, las instituciones siguieron presentes y trabajando arduamente para poder paliar un poco la situación y brindar ayuda a quienes lo necesitaban.

Este fue el caso de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo de Tunuyán, con fuerte impronta en la región, que durante la parte más dura del confinamiento continúo brindado herramientas con el fin de acompañar y apoyar a los comerciantes, productores y empresarios.

Para tener más detalles sobre cómo vivió este período la CIAT, El Cuco Digital entrevistó a su presidente, Diego Stortini, quien además habló sobre los objetivos para el 2021, entre otros puntos.

-Diego, se termina un año muy difícil en todos los aspectos. Como institución, ¿cuáles han sido los principales desafíos que han tenido que surfear durante este período?

El mayor desafío ha sido representar y acompañar a los sectores económicos de la región, especialmente al Comercio y Turismo, ya que durante la pandemia se generó el falso dilema entre salud y economía, estigmatizando a los empresarios del comercio y turismo en particular. Luego de ello, siguieron desafíos netos de gestión, cuyo objetivo principal fue el sostenimiento de empresas intentando evitar cierres a través de diversos financiamientos y subsidios que desde el estado provincial y el estado nacional se fueron otorgando.

-Sabemos que las economías regionales se han visto muy golpeadas este 2020, y el Valle de Uco no está exento. ¿Qué sectores y rubros fueron los más afectados? ¿Crees que si la pandemia se hubiese manejado de otra manera las consecuencias hubiesen sido más leves?

Los sectores más golpeados han sido el Comercio de bienes y servicios no esenciales, y por supuesto el sector Turístico. Por supuesto, como lo planteamos durante el mes de abril 2020, entendimos que la clausura de las actividades económicas, la cuarentena excesiva, no era una decisión acertada y esto quedó demostrado en el transcurso de los meses posteriores.

Consideramos que el Gobierno Nacional debió trabajar estrategias selectivas, regionales, sin clausurar actividades económicas y proponiendo un programa de testeo masivo para prevenir el contagio. Se debió trabajar más en el cumplimiento de protocolos, y no clausurar el comercio y el turismo interno. Hoy el daño está hecho, muchos colegas han cerrado sus negocios con la consecuente pérdida de empleos. El desafío para el Valle de Uco en su conjunto, será recuperar la actividad privada, el empleo privado que se perdió durante la cuarentena estricta.

-Se avecina un año bastante impredecible ya que no sabemos cómo va a seguir la pandemia. Frente a este escenario, ¿en qué crees que deberían hacer foco los gobiernos locales para garantizar cierta estabilidad?

Está claro que la clausura de actividades económicas a través de una cuarentena excesiva no fue la mejor fórmula. Por lo tanto entendemos que el 2021 debe proponernos mantener las actividades económicas funcionando, un gobierno con más experiencia en el manejo de la pandemia y paulatinamente -en la medida que la pandemia comience a ser controlada con vacunas – debemos proponernos recuperar la actividad económica, con foco principal en el Comercio y Turismo que se perdió durante el 2020.

-¿Cómo se prepara la CIAT para el 2021? ¿Qué objetivos tiene?

La CIAT viene proponiendo un esquema de trabajo inclusivo, incrementando año a año la cantidad de dirigentes que trabajan en la institución, gestionando y poniéndole voz al sector privado, al productor, al comerciante, al empresario PYME. Como objetivos institucionales, queremos consagrar a la CIAT como la institución gremial-empresaria con mayor volumen y representatividad en el Valle de Uco. Al mismo tiempo, en materia de gestión, nuestra planificación anual incluye actividades para recuperar comercios cerrados, para estimular más y mejores emprendedores en sectores tecnológicos y de la industria agroalimenticia. El camino al desarrollo se encuentra en la industria que genera valor agregado en origen de nuestros productos alimenticios.

-Mensaje final

Los dirigentes jóvenes, en los últimos tiempos, hemos visto que nuestra democracia y sus instituciones han sido puestas en tela de juicio, y un ejemplo claro es lo que nos enseñó el intento de reforma de la Ley 7722, donde pareciera que las instituciones que representan a la comunidad, no la representaron – se evidenció un problema claro de representatividad -.

Con esto, quiero decir, que vivimos inmersos en un sistema democrático de “baja calidad” y consecuentemente las políticas públicas y los resultados que estas tienen en nuestras comunidades son insuficientes, y vivimos en una sociedad que no logra niveles de bienestar e igualdad que correspondan con el mundo en que vivimos hoy.

En ese contexto, mi propuesta como dirigente es que recuperemos la palabra, que el sentimiento colectivo de nuestra comunidad se exprese democráticamente a través de las instituciones que la democracia nos propone para la deliberación publica. Esto ayudará mucho a mejorar la calidad y el funcionamiento de la democracia con un debate público de mayor calidad y enriquecedor y cuyo resultado en definitiva, se traducirá en políticas públicas que le den resultados concretos a la comunidad, en término de mejoras de bienestar, con mayores oportunidades, y equidad social.