La canción será publicada oficialmente este miércoles 14 de agosto a las 20 horas.
Gonzalo Carrazán, un niño de 10 años con un don innato para la música, ha cautivado a la comunidad local con su voz y habilidades en el escenario. Oriundo del departamento de Tunuyán, Gonza, como cariñosamente lo llaman, cursa 5° grado en la Escuela Adventista y comparte su hogar con cuatro hermanos: Enzo, Francisco, Jazmín y Alma.
Durante los largos días de encierro debido a la pandemia, Gonzalo encontró en la música una vía para entretenerse y pasar el tiempo en casa. Su madre, Candela Ojeda, recuerda cómo empezaron a cantar y bailar juntos, creando momentos especiales en medio de la incertidumbre.
El director de la escuela notó el talento musical de Gonza cuando las clases presenciales se reanudaron. Sugirió que se inscribiera en una academia de canto, y Gonza siguió su consejo. Desde entonces, ha colaborado con artistas locales como Gerardo Poblete, Matías Luffi y Claudio Salinas, demostrando su creciente habilidad en el escenario.
Actualmente, Gonza perfecciona su talento en la academia Revolución, donde recibe enseñanzas de Lorena Cepeda y Sergio Uyarte. Pero la música no es solo su pasión; también es un vínculo especial entre él y su madre. Candela, apasionada de la música, toma clases de piano y canto en la misma academia. Juntos, madre e hijo han cautivado a las redes sociales con sus interpretaciones dulces y armoniosas.
Entre las canciones más populares que han interpretado se encuentran “Sin querer” de Fer Vázquez con Flor Álvarez, “Perdonarte ¿para qué?” de Los Ángeles Azules con Emilia, y “El amor de mi vida” de Los Ángeles Azules con María Becerra.
Pero la historia da un giro emocionante. Fer Vázquez, cantante y compositor uruguayo conocido por ser la voz principal de Rombai, descubrió a Gonza y Candela en TikTok. Profundamente conmovido por su talento, decidió viajar desde Buenos Aires hasta Tunuyán para sorprender a la familia.
El miércoles 24 de julio, Fer se hizo pasar por “Roberto”, llevando una peluca, lentes y un acento español fingido. Acompañado de una bolsita de facturas y bizcochos, llegó a la casa de Gonza. La sorpresa fue aún mayor cuando reveló su verdadera identidad y les contó que había escrito una canción inspirada en su historia. Juntos, en la sala de la casa, crearon la canción titulada “Mirame a la cara”.
