noviembre 13, 2025

Elecciones: se pone en juego la distribución de las fuerzas políticas

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Opinión. Por Juan Jofre

Si hay política, la violencia se reduce. Si no hay política, solo hay violencia. 

La política es la forma en que las sociedades se organizan para tomar las decisiones que nos atañen a todos. Como en todo grupo social hay diferencias de pensamientos, ideas, creencias, proyectos, etc, y por eso hace falta alguna forma de organizarse para resolver esas diferencias. La presencia de la política, hace que las sociedades resolvamos nuestros conflictos o diferencias de modo pacífico, no violento, no con guerras o enfrentamientos donde una visión se impone por la fuerza a las demás visiones. 

Por eso, usaremos para esta columna la metáfora de la “cinchada”, o “sogatira”, o “batalla de fuerza”, donde los equipos tiran de una soga para ver quien gana. Entenderemos la política, en los sistemas democráticos, como una cinchada, como un juego de relaciones de fuerza, donde cada equipo tiene sus medios o recursos para ejercer esa potencia y tratar de ganar en la resolución del conflicto de un modo no violento.

Repito, si hay violencia, es porque no hay política.

Así, la democracia es, con todos sus problemas y limitaciones, el mejor sistema que tenemos para resolver de modo pacífico nuestras diferencias, mediante la política. 

Tampoco debemos caer en la mirada ingenua de ignorar las otras fuerzas que operan en la sociedad y tienen gran influencia en nuestra vida cotidiana. El poder que tienen las grandes empresas es enorme. Por ejemplo, Meta (whatsapp, Instagram, facebook); o las de telefonía, luz, gas, petróleo, mineras, etc. O los grandes medios comunicación. Pero eso son otros poderes, hoy solo hablaremos del poder político, de los espacios de representación de la ciudadanía. Quizás en otra columna profundizaremos sobre los límites de la democracia. No hoy.

Un pensador muy citado en este tema es Carl Von Clausewitz, quien afirmaba que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, o la concepción de Álvaro García Linera de que “el Estado es hoy un campo de batalla”, son refuerzos teóricos para entender lo que está en juego en las elecciones de este 26 de octubre.

El voto de la ciudadanía decidirá como se distribuirá la fuerza política, cómo quedarán conformados los equipos que participen de las “sinchadas” que vienen. Si un equipo tendrá mucha fuerza y podrá llevar las decisiones a un terreno más cercano a sus ideas, o si deberán los equipos más emparejados en las fuerzas, recurrir a la negociación y la búsqueda de puntos de encuentro.

Veamos lo concreto. 

A nivel nacional, el Presidente (que maneja el poder ejecutivo), tuvo al principio de su mandato mucho acompañamiento de parte de otros grupos o sectores, y lo ayudaron desde el Congreso legalizando decretos o aprobando leyes. En el último tiempo, el Congreso (Senadores y Diputados) generó leyes o decisiones contrarias a lo que el presidente propone.

En términos del juego de la sinchada, podríamos decir que quedó de un lado el poder ejecutivo, y del otro el poder legislativo, o al menos, una gran mayoría. Lo que está en juego este 26 de octubre, es si usted con su voto le suma fuerza a la dirección o visión de país que lleva adelante el presidente, o si le suma fuerzas a quienes “tiran” en sentido contrario.

El slogan de campaña de la fuerza oficialista en la provincia de Mendoza lo expresa claramente: tirar para el mismo lado.

Así es que pasamos a ese nivel, donde el Gobernador Cornejo viene teniendo hace años un poder legislativo (diputados y senadores) que tira para el mismo lado que el ejecutivo por él conducido.

Pues eso también es lo que está en juego este domingo. Si el lado “Cornejo” de la sinchada toma más fuerza aún, o si de alguna manera las fuerzas que tiran en otro sentido suman un poco más de fuerza.

Para los departamentos del Valle de Uco la situación es similar. El Intendente de Tupungato (Aguilera) y el de Tunuyán (Andraos), tienen una mayoría propia en los Concejos Deliberantes, que acompañan sus decisiones, o “tiran para el mismo lado”.

Esas mayorías podrían cambiar con la elección de este domingo si las listas oficialistas de esos departamentos no ganan las elecciones por un margen importante.

En San Carlos, la realidad es un poco diferente. El “nuevo oficialismo” (Morillas + Cornejo) ha conseguido una mayoría gracias a esa alianza, que, para continuar con mayoría, no solo deberá ganar por un buen margen, sino además, mantener la alianza. En caso contrario, las fuerzas en ese Concejo Deliberante quedarían más divididas o repartidas. 

Para cerrar, usaré una frase que escuché estos días, y no cito la fuente porque no recuerdo bien quien me la dijo, pero se refiere a que en esta elección, más importante que los resultados, son las consecuencias, por lo tanto, sobre eso escribiré para la próxima columna.

Una respuesta

  1. En una sociedad desorientada, con sectores claramente fanatizados cuesta encontrar el punto de equilibrio. Hoy el poder económico está sometiendo al poder político, lógico, en su propio beneficio. Políticos al servicio de la dependencia económica y de su propio bolsillo. Soñamos con otro País, con justicia social, independiente economía y soberanía política.

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