Falleció Carlos Menem: “El hombre que transformó a la Argentina para bien y para mal”

Foto: Menem
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Por Facundo Romo

Pizza con champan “all the night”: “Menem te mandaba la gendarmería con una olla para repartir polenta a la par de los que se estaban manifestando. Macri te mandaba la gendarmería para cagar a palos a todo el mundo pero las políticas eran las mismas”.

El expresidente Carlos Saúl Menem falleció el pasado domingo 14 de febrero a los 90 años de edad. Por tal motivo, El Cuco Digital decidió entrevistar a Hugo Villanueva, licenciado en Política Internacional Contemporánea y profesor en la Universidad Champagnat quien contó sobre todo lo que representó Menem para la Argentina, cuáles fueron las políticas que implementó y los efectos de las mismas con los que aún convivimos día a día.

-¿Qué significó Carlos Menem para la Argentina?

Una transformación para bien y para mal. Para entenderlo a Carlos Menem tenemos que entender en el contexto en el que llega. Él asume el poder unos tres cuatro meses antes de que caiga el muro de Berlín y de que implosione la Unión Soviética, por lo tanto era un mundo que estaba cambiando profundamente. Nuestra experiencia de construcción de un estado de bienestar de la mano del peronismo se había hecho en la tensión de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Al terminar esta guerra fría con la derrota de la Unión Soviética, el mundo, con un claro ganador, Estado Unidos y su modelo neoliberal, Menem hizo una apuesta ganadora. Apostó al modelo del consenso de Washington y transformó la Argentina. Demolió todas las instituciones del estado de bienestar y sentó las bases de una transformación, de una modernización  de la economía argentina.

Todo lo bueno y todo lo malo que tiene la sociedad argentina hoy se gestó básicamente, en su gran mayoría, en el periodo de Menem.

-¿Cuáles fueron las políticas más impactantes que implementó? ¿Cómo impactaron en el país?

Por lo malo hay millones de cosas que podemos hablar, vamos por las cosas buenas que él consolidó. La Argentina pasó de exportar 30, 40 millones de toneladas de grano a exportar 130 gracias a toda una modernización de la estructura productiva. Que nosotros estemos hablando, que estemos haciendo uso de las telecomunicaciones como estamos haciendo, en gran parte es producto de Menem. Antes de Menem, los teléfonos, mi viejo para conseguir el teléfono estuvo en una lista de 18 años de espera. Una casa y un departamento valían más si tenían teléfono que si no lo tenían porque no había inversión en tecnología. Con la privatización de Entel y con toda la privatización del espectroradio eléctrico llegaron inversiones. Eso es lo bueno, transformó y modernizó las estructuras. Qué es lo malo, que se produjo una concentración de las riquezas como nunca se había visto. Implicó dos cosas: la destrucción de toda la industria nacional que no podía competir con la industria internacional, especialmente con la china. Y eso generó una enorme desocupación. Entonces tenemos una economía que se modernizó, que creció muchísimo, que derrotó a la inflación; fue el único presidente que derrotó a la inflación en la historia moderna de la Argentina.   Durante 10 años tuvimos una inflación cercana a cero o menor que cero, pero al costo de destruir el aparato productivo, elevar escandalosamente la desocupación y eso sentó las bases de la pobreza estructural que hoy padecemos.

¿El impacto de esa política se produjo inmediatamente?

Inmediatamente no se sabían cuáles eran los efectos que iban a traer, ni acá ni en ningún lugar, las políticas neoliberales. Esto que hizo Menem se hizo en todo el mundo, en Brasil, en Uruguay, Nelsón Mandela, revolucionario con ideas marxistas lo aplicó en Sudáfrica. En todo el mundo se aplicó esto. La misma Rusia, Yeltsin lo aplicó, o sea que esto fue un proceso global. Lo que hizo Menem fue apostar al ganador, apostar a este mundo unipolar donde había un solo ganador que es EE.UU y su modelo económico, y lo que sí, apostó demasiado. Tal vez, esas transformaciones que había que hacer, él jugó demasiado, y no tendrían que haber sido en el extremo que fueron. Es muy simple hablar con el diario del lunes, en ese momento era imposible saber cuáles eran las consecuencias. Se creía que iba a haber un efecto derrame, no hay efecto derrame en el capitalismo. El capitalismo tiende a concentrar, tiende a empobrecer a la población y si no está el estado para regularlo, tenemos los efectos con los que nos encontramos hoy  día.

-¿Por qué creés que consiguió la reelección? ¿Cuáles fueron las condiciones que propiciaron eso?

En primer lugar, el desastre que dejó el gobierno de Alfonsín. El gobierno de Alfonsín dejó una hiperinflación. Para entender lo que es la hiperinflación, toda la inflación proyectada para este año, entre el 30 y el 40 por ciento, eso se diluida por día, esa era la devaluación. El nivel de hambre al que se llegó en Argentina era terrible (…) el salario de una enfermera no alcanzaba para pagar un kilo de pan por día. En esas condiciones se dan las elecciones y gana Menem. En realidad, el programa del radicalismo de Angelós, era exactamente el que aplicó Menem. Planteó un programa de revolución productiva y salariazo y nos engañó. Aplicó el programa político que traía el radicalismo, lo único que lo hizo bien, esa es la diferencia.

Y luego la reelección en el 95 la gana por la estabilidad, por el recuerdo de la hiperinflación que nos había marcado a fuego a la Argentina en ese momento y en gran parte por el voto cuota, todo el mundo estaba endeudado a partir de la estabilidad y todo el mundo había comprado una casa, un auto, un televisor y se veía un cierto progreso. Y recién estaban empezando a verse algunos esbozos de los efectos negativos de destrucción del aparato productivo, de producción y de pobreza creciente.

-¿Por qué se lo asocia con políticas neoliberales?

Porque él fue el que las implementó. Menem, en toda la región latinoamericana, fue el que implementó con mayor dureza y, básicamente, consolidó lo que en su momento había intentado realizar el gobierno militar con Martínez De Oz. No es casualidad, que Cavallo, que en su alterego económico, con quien construye el plan de convertibilidad y la derrota de la inflación, había sido presidente del Banco Central durante la dictadura militar. Y él lo aplicó y él fue el neoliberal por excelencia.

-Cuando hablamos de políticas neoliberales ¿a qué nos referimos?

Implican, básicamente, un retiro del estado a su más mínima expresión. El estado debería dedicarse únicamente a tres funciones: seguridad externa (ejército, la defensa exterior), seguridad interna (la policía) y la justicia para dirimir los conflictos entre los ciudadanos. Todas las demás funciones las debería deslindar en el mercado que asigna mejor los recursos, por ejemplo, en educación, debería ser toda privada, salud debería ser privado. Parte de una falacia de que el mercado asigna mejor los recursos que el estado, en realidad el mercado lo que termina haciendo es concentrar cada vez más los recursos en menos manos. Eso es el neoliberalismo digamos y Menem fue, no el primero, pero fue el que lo implementó con éxito en la Argentina.

-¿Cuáles fueron las causas con las que estuvo acusado?

Menem estuvo acusado por múltiples causas, con él debuta la corrupción estructural en la Argentina. El hecho de tener que retirar el estado, privatizar, regalar prácticamente las empresas del estado, implicaba la participación de los privados en una puja de intereses por quién se quedaba con las empresas. El acero anteriormente lo producía el estado y terminó en manos de la familia Roca. Las rutas las hacía el estado y se financiaban con impuestos, terminaron siendo privatizadas la construcción de rutas y peajes, los beneficiarios fueron la familia Macri.

-¿Sin ninguna licitación previa?

Licitaciones muy amañadas. Se inauguró con Menem lo que luego fue la relación entre la política y la justicia. Ahora, todo lo que se habla de los jueces, que son designados por tal por cual, eso se inauguró con el periodo de Menem para poder privatizar el estado, para poder desmontar, para poder generar las jubilaciones de privilegio y darle un manto de legalidad.

-Y del contrabando de armas ¿qué se puede decir?

Son dos hechos distintos, uno con Ecuador y otro con Croacia. Lo de Ecuador fue un negocio que probablemente Menem no haya sido el actor principal, sino que algún subalterno, algún ministro hizo un negocio ilícito vendiéndole armas en contra de un aliado estratégico como es Perú de la Argentina. Con respecto a Croacia, ahí la Argentina, en la guerra civil de la disolución de Yugoslavia, jugó un papel en el que vendió armas a Croacia, ya que Estados Unidos no podía vender por su calidad de potencia mundial. Y también intervino el Vaticano para apoyar a los croatas que eran católicos que estaban en guerra con los serbios que eran ortodoxos. Ahí sí Menem, evidentemente, tuvo una injerencia por el rol que desempeñó en el mundo de las relaciones internacionales.

-Digamos que le hizo el trabajo a EE.UU.

Sí, sí, en este caso sí, en el de Ecuador tengo mis dudas de que Menem haya sido partícipe, pero en el de Croacia sí fue un actor y fue una política de estado, clandestina, pero una política de la Argentina, producto de la subordinación a Estados Unidos.

-¿Aún perduran las políticas menemistas? ¿De qué manera?

El hecho que la nafta en el último tiempo haya aumentado 13 veces es un heredero indirecto de las políticas menemistas porque la composición del valor del combustible se rige por la lógica empresaria y eso es lo que metió dentro de los servicios públicos. El hecho de que la luz, el gas, los teléfonos sean privados y en manos de compañías transnacionalizadas es producto del menemismo, la deuda externa es producto del menemismo. Nuestra deuda externa saltó enormemente para sostener la convertibilidad del peso igual al dólar 1 a 1; eso fue necesario con endeudamiento. Un endeudamiento que después no se pudo sostener en el tiempo que hizo estallar el plan de convertibilidad y que luego significó que nunca pagáramos esa deuda y que fuéramos bicicleteando los intereses. O sea que lo de Menem está vivo.

Macri fue un intento de reconstruir las políticas menemistas, pero le faltaban dos cosas: carisma popular y habilidad tecnológica, tecnocrática para llegar. Había un viejo dicho, un viejo peronista que decía que Macri y Menem hacían lo mismo, las privatizaciones, todo y los resultados eran lo mismo, pobreza y protestas en las calles. La diferencia es que Menem te mandaba la gendarmería con una olla para repartir polenta a la par de los que se estaban manifestando. Macri te mandaba la gendarmería para cagar a palos a todo el mundo, pero las políticas eran las mismas. Las formas de implementarlas y las formas de tratar las consecuencias eran distintas.

-¿Cómo se lo debería recordar desde tu perspectiva académica?

En primer lugar, el hombre que transformó a la Argentina para bien y para mal. Y el hombre (…) que destruyó todo lo que había construido Perón porque jugó en ese momento histórico, me queda la duda si hubiese sido otro, si hubiese sido Angeloz, un radical, o un peronista como Bordón, los resultados para la sociedad y para la gente hubieran sido mucho peores.

-¿Podemos decir que Menem se colgó de la imagen de Perón? ¿Era un lobo vestido con piel de cordero?

Fue peronista, no lo podemos negar, representó y actuó en límites extremos y se lo cataloga como un traidor, dijo una cosa e hizo la otra. Pero fue revalidado con la reelección por el pueblo y no nos olvidemos que en el 2003, cuando ya se conocían todos los defectos de las políticas menemistas, cuando va a una elección y se enfrenta a Kitchner, Menem saca el 24% y Kitchner saca el 22. Luego no se presentó porque lo iban a votar todos en contra. Pero evidentemente conservaba un caudal de votos y siempre llegó como gobernador de La Rioja en la década del 70, del 80, como presidente dos veces, como senador nacional 3 veces, siempre llegó por el voto popular. Es algo muy contradictorio, es parte de nuestra composición histórica de lo que somos los argentinos.

Hay alguien que decía en estos días “Murió como vivió, en carnaval”.

-¿Por qué en carnaval?

 Y porque su vida fue la pizza con champan, la exhibición, salía con todas las actrices de la farándula, andaba en la Ferrari… Era eso, pero a la vez tenía una capacidad de conducción política que en pocos políticos es visto. La manera de conducir y lograr que los demás aprobaran sus objetivos; poca gente ha existido en el país que haya podido hacer lo que hizo Menem.

-¿Y algo para acotar con respecto a la nave que nos iba a llevar la estratósfera?

Ah bueno, es espectacular. En realidad fue un adelantado a Iro Man (risas).

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