Instalaciones de EEUU en Irak fueron atacadas con más de una docena de misiles Iraníes

La Guardia Revolucionaria iraní confirmó la operación en nombre del “mártir Qassem Soleimani”, muerto la semana pasada en un operativo en Bagdad. El objetivo fueron dos bases militares que albergan tropas de EEUU.

Irán respondió el miércoles al ataque de Estados Unidos que
mató a un destacado comandante de la Guardia Revolucionaria y lanzó una serie
de misiles balísticos contra dos bases militares en Irak que alojaban a tropas
estadounidenses, en una importante escalada entre los dos viejos rivales.

La televisora estatal iraní señaló que el ataque era una
venganza por la muerte del general de la Guardia Revolucionaria Qassem
Soleimani. El ataque de dron estadounidense en el que murió a Soleimani provocó
airadas llamadas a la venganza en Irán.

No había reportes inmediatos de bajas en las bases iraquíes
atacadas, las de Al Assad y Erbil, según autoridades estadounidenses
e iraquíes, aunque aún se estaban registrando varios edificios. El
gobierno iraquí confirmó después que no había bajas entre sus fuerzas.

La Guardia Revolucionaria iraní -máxima autoridad militar
del país- se adjudicó el lanzamiento de “decenas de misiles” contra la base
militar Al Assad, en Irak. “Los valientes soldados de la unidad
aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní lanzaron un ataque
exitoso de decenas de misiles contra la base militar de Al Asad en nombre del
mártir Qassem Soleimani”, confirmaron las autoridades militares iraníes a
través de un comunicado. En el mismo, llaman a EEUU a no responder “si no
quieren una respuesta aún mayor”.

Jonathan Hoffman, vocero del Departamento de Defensa
estadounidense, indicó que EEUU “tomó todas las medidas apropiadas para
salvaguardar” a su personal y que las bases que albergan tropas estadounidenses
en Irak han estado en “alerta máxima” debido a las afirmaciones de Teherán de
atacar a Washington en respuesta por la muerte de Soleimani.

La base Ain Al Assad es la mayor de las bases militares
de EEUU, ubicada en la provincia del occidente iraquí de Anbar. Fue utilizada
por las fuerzas estadounidenses desde el despliegue militar en el país en el
año 2003 que terminó con el gobierno de Saddam Hussein. El contingente
militar de EEUU en el terreno está compuesto por unos 5.200 soldados.

Los ataques, registrados mientras Irán enterraba a
Soleimani, plantearon el temor a que los viejos enemigos estuvieran más cerca
de una guerra. Pero había algunos indicios de que no habría más
represalias de ningún bando, al menos por el momento.

“¡Todo está bien!”, tuiteó el presidente Donald Trump poco
después del ataque de misiles. “Hasta ahora, todo bien”, añadió en referencia a
posibles víctimas. Minutos antes, el ministro del Exterior iraní publicó
en Twitter que Teherán había tomado “y concluido medidas proporcionales en
defensa propia” y añadió que Teherán no pretende una escalada, pero que se
defendería de cualquier agresión.

Sin embargo, la Guardia Revolucionaria sumó una advertencia
a los aliados de EEUU en la región: “Advertimos a los países aliados
de Estados Unidos que si lanzan ataques desde sus países contra Irán, serán
objeto de represalias”. Puntualmente, según confirmaron en su canal de
noticias, atacarían las ciudades de Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos,
y de Haifa, en Israel.

Además, en su canal de Telegram, la Guardia Revolucionaria
volvió a amenazar con nuevos ataques contra EEUU: “Esta vez responderemos
en EEUU”.

El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, describió
el ataque de misiles sobre las bases estadounidenses en Irak como una
“cachetada en el rostro” de los estadounidenses y añadió que la respuesta
militar no bastaba. “La presencia corrupta de Estados Unidos en la región debe
terminar”.

El presidente iraní Hasan Rohani había advertido este
martes a su homólogo francés Emmanuel Macron que los intereses estadounidenses
en Medio Oriente están ahora “en peligro”, tras la muerte del general iraní
Qassem Soleimani en un ataque en Irak. “Estados Unidos debe saber que sus
intereses y su seguridad en la región están en peligro y no puede escapar a las
consecuencias de este gran crimen”, declaró Rohani en conversación telefónica
con Macron.

El ataque a la base se produjo también después de que distintas
milicias pro-Teherán en Irak prometieran unir fuerzas para “responder” al
operativo estadounidense que mató al general iraní y al principal
comandante iraquí Abu Mahdi al-Muhandis en Bagdad la semana pasada.

La muerte de Soleimani, un héroe nacional para muchos en
Irán, y los ataques de Teherán seguían una escalada a las tensiones en Oriente
Medio desde que Trump decidió retirar de forma unilateral a Estados Unidos del
acuerdo nuclear de Irán con potencias internacionales. También fue la primera vez
en los últimos años que Washington y Teherán se atacaron directamente en lugar
de a través de aliados en la región. Los sucesos aumentan las
probabilidades de un conflicto abierto entre los dos enemigos, enfrentados
desde la Revolución Islámica de 1979 y la posterior toma de la embajada
estadounidense, que provocó una crisis de rehenes.

Fuente: Infobae