noviembre 8, 2025

Intoxicados de Coronavirus: una avalancha de información que causa desinformación

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Nota de Opinión por Estefanía Tello.

Hoy día, los medios de comunicación no hablan de otra cosa que no sea el  Coronavirus, y no es para menos, ya perdimos la cuenta de cuántos infectados hay en China y en el resto de los países en donde hay contagiados.

Pero el problema es mucho mayor que la enfermedad en si misma. El problema es mayor por el pánico que existe en la sociedad. La gente tiene miedo, está asustada y no sabe a veces qué hacer, qué decir, cómo actuar. Y aunque las medidas preventivas que cada gobierno ha dispuesto están muy claras, la población repite muchas veces cosas que no son.

Vivimos en una era tecnológica que ha crecido en gran manera y en donde, los medios de comunicación se han desarrollado de tal forma que podemos informarnos de lo que sucede en cualquier lugar del mundo, ya sea por televisión, radio, diarios online, redes sociales, minuto a minuto y sin filtros de veracidad.

Y eso, justamente eso, hace que al haber tanta desinformación terminemos perdidos en un laberinto de explicaciones que no son seguras. No, no son seguras para que nos informemos, no son seguras para la salud mental y tampoco, son seguras para ponerlas en práctica.

Qué el alcohol en gel se puede preparar de cien maneras, qué el barbijo, qué los guantes, qué las máscaras, qué el autoaislamiento, qué los animales se contagian, qué la nueva vacuna en China, qué los infectados, qué los muertos, qué las fronteras, y así, todo el tiempo. Una nota específicamente para cada tema, encontramos. Un flyer por cada novedad, un video por cada detalle.

¿Y qué hay de la gente irresponsable que inventa carteles que hacen circular por internet o por otro medios que no son ciertas? ¿Qué hay de los medios ostentosos que te cautivan con sus títulos para leer en el interior que no es tan así como decía el titular? ¿Qué hay de las peleas o debates familiares y de amigos que se dan en el marco de querer aportar algo valioso para alertar al otro? ¿Qué hay detrás de todo? Hay miedo. La gente tiene miedo, tiene pánico, está asustada, está alarmada. Y ya no sabe si primero tiene que lavarse las manos o echarse alcohol en gel; no sabe si pertenece al grupo de riesgo, no sabe, no sabe, no sabe. La gente está confundida.

¿A qué se debe? A la mucha información que circula. Todos queremos compartir los videos, porque nos parecen buenos. Yo me pregunto: ¿estamos seguro que lo que vamos a compartir es así? ¿Es la verdad? ¿Es necesario?  Terminamos como ya dije en un laberinto perdido en una catarata informativa que pierde hasta al más experto.

La sugerencia a modo de pregunta sería. ¿Y si nos informamos con los medios serios? ¿Y si evitamos compartir información que no sabemos si es verídica? ¿Y si nos transformamos todos en comunicadores serios? ¿Y si disminuimos el pánico y el miedo,  guiando a las personas con información suministrada por la Organización Mundial de la Salud, especialistas o Gobiernos? ¿Y si usamos la cuarentena y el autoaislamiento, para meditar que si no somos conscientes en la distribución de la información nos intoxicamos e intoxicamos?

“La verdadera educación quizás ya no sea dar más información, sino enseñar a elegir”. ¿Y si repensamos está expresión de Huberto Eco?

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