Cada persona que llegue a la provincia deberá instalarse en uno de los cinco alojamientos habilitados y no en su domicilio particular. El costo rondaría los 2 mil pesos diarios.
Desde este martes, todas las personas que ingresen a la provincia deberán realizar su cuarentena en un hotel y no en sus domicilios particulares. Pero el Estado ya no se hará cargo de ese gasto: desde ahora, el mismo pasajero deberá pagar su estadía.
Son aproximadamente dos mil pesos diarios, que incluyen la pensión y los controles sanitarios. Es decir que los “repatriados” deberán pagar cerca de $30 mil pesos por los 14 días de aislamiento obligatorio.
“Las personas que no estén en condiciones de pagar la estadía igual serán alojadas en los hoteles céntricos”, aclaró la ministar de Turismo y Cultura, Mariana Juri. “Por ahora, son cinco y estimamos que en las próximas horas sumaremos dos más”, agregó.
La funcionaria señaló que “la idea es que esas personas que hoy son de riesgo para la población estén aisladas y resguardadas”. Por ese motivo explicó que “si no son solventes para abonar lo que se les exige, no se los puede dejar a la deriva. Principalmente porque se convierten en un peligro para la sociedad entera”.
La atención a los repatriados
El protocolo dispuesto para las personas autorizadas a regresar a la provincia lo manejan entre el Ministerio de Turismo (alojamento) y Salud (asistencia sanitaria).
Tal como anunció este lunes el gobernador Rodolfo Suarez, cada pasajero debe permanecer 14 días en el hotel. En ese lapso se le realizan los testeos necesarios y, una vez cumplido el plazo, regresa a su hogar.
“Hasta el momento hemos recibido unas 36 pasajeros y hoy contamos con 20 que aún cumplen su cuarentena obligatoria”, dijo Santiago, dueño de uno de los hoteles dispuestos por el Gobierno.
Sobre el tratamiento que se le brinda a la persona que llega del exterior, el empresario aseguró que casi no se tiene contacto directo con ella. “Son alojados en las habitaciones en forma individual, en la mayoría de los casos, y no salen hasta que cumplan con su periodo de aislamiento”, relató.
Allí los pasajeros reciben sus cuatro comidas en forma de vianda, ya que las cocinas de los restaurantes están cerradas, más un kit especial para que realicen el aseo de la habitación.
“Cada tres o cuatro días hay recambio de ropa de cama y blanco. Y una vez que el pasajero abandona la habitación, se realiza una desinfección completa que se extiende unas 24 horas. Es decir que el lugar permanece inhabilitado durante ese tiempo”, contó el dueño del hotel.
Un “salvavidas” para pagar deudas
Los dueños de los hoteles que están dispuestos para asistir a los repatriados son proveedores del Estado. Dos de ellos, incluso, son los que han alojado a las reinas departamentales de la Vendimia durante el periodo de la Convivencia real.
“Aceptamos la propuesta a modo colaborativo. El ingreso no es significativo pero nos sirve para saldar deudas. La actividad está frenada, seguirá así por mucho más tiempo y esto nos viene como salvavidas”, comentó Alejandro, gerente de uno de los hoteles habilitados.
Otro de los gerentes aseguró, incluso, que de ese importe que el Estado les pagaba, el 50% está destinado para cancelar las viandas que se les otorga a los pasajeros, que son compradas por los mismos hoteleros.
Sobre el trabajo de los empleados en este operativo especial, los empresarios dijeron que es opcional. “Le propuse a mis trabajadores ser parte de esto y de 15 sólo dos accedieron. El resto se negó por temor”, contó uno de los dueños.
Esta realidad es común en los hoteles. “En todos prima el miedo al contagio y es entendible que así sea. Obviamente se comprende la situación y por eso trabajamos dos empleados y yo que soy gerente del lugar”, comentó Alejandro.
Fuente: Diario El Sol
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