Aprendieron tejido a crochet, peluquería y arte manual.
Más de cien tupungatinos recibieron sus certificados por culminar los seminarios de oficio, Los vecinos del departamento egresados, tienen actitud proactiva y pujante, demostraron en cada clase las ganas de aprender para poder proyectarse a través de oficios y progresar mediante trabajo genuino.
Los graduados fueron reconocidos en el Centro Regional Universitario Tupungato y para respetar el protocolo de Covid-19 se los dividió en dos grupos: jueves por la tarde asistieron quienes aprendieron el oficio de tejer pantuflas junto a los que adquirieron una nueva técnica de peluquería, mientras que el viernes fueron agasajados los artesanos de cuencos.
Los seminarios dictados derivan de talleres dependientes de la Dirección de Gestión Municipal: “Tejido a Crochet”, “Peluquería” y “Arte Manual”.
En la entrega de certificados estuvieron presentes el Presidente del Honorable Concejo Deliberante, Antonio Balderrama, la Directora de Gestión Cultural, Mónica Benítez, el Director de Educación, Adrián Castro y los docentes que dictaron los Seminarios.
Respecto de la posibilidad brindada a la comunidad mediante estas formaciones, la directora Benítez expresó: “Después de la pandemia son las primeras capacitaciones que hemos realizado en forma presencial y es muy positivo poder entregarles certificados que consten que ellos se han capacitado y que los va a insertar en el tema laboral, también como artesanos o emprendedores”.
En nombre de todas las profesoras Nelly Ortiz compartió su experiencia. “Me gusto que aprendan a hacer extensiones, cortinas, es una terapia hermosa porque te entretenés haciéndolo, las chicas aprendieron súper bien y les gusto así que me siento orgullosa de darlo”.
Cómo fue el desarrollo de cada seminario
Tejido de pantuflas a crochet
Comenzó el día 12 de julio, constó de tres jornadas y fue dictado por la profesora Marcela Irrutia.
Debido a la cantidad de inscriptos se dividió a los participantes en dos grupos, un equipo asistió a clases los días lunes y el otro los miércoles.
Al comenzar el cursado se entregó a cada alumna un kit que contenía una bolsa con un par de plantillas de la talla elegida para hacer las pantuflas.
En la primera clase hicieron la base del armado del calzado, sobre la plantilla se realizó el modelo de un pie y el del otro se terminó en casa.
Durante la segunda clase aprendieron la confección de una flor que adornaría la parte superior de la pantufla. Luego debían unirla a la base.
La tercera y última clase la profesora les enseñó a hacer un cordón rumano, borlas, para poner en una bolsa de tela vegetal, con flores y hojas para engalanar.
Extensiones de cabello
Esta formación inició en agosto, tuvo cuatro clases que fueron impartidas por la educadora Nelly Ortiz.
Primero se trabajó con cabellos de no menos de 30cm que se limpiaron y se reagruparon en mechas con canutillos pegados en las puntas silicona. El segundo encuentro fue para colocar las mechas y armar las extensiones de acuerdo al formato craneal con micro ring o con silicona. En la tercera cita se tejieron cortinas de cabello sobre un telar y en la cuarta clase se colocaron las cortinas según el largo elegido por los alumnos.
La profesora comentó que este tipo de trabajos de peluquería son útiles para alargar cabellos, dar volumen, hacer peinados, o adornar el pelo natural con mechas decoloradas.
Cuencos en pasta piedra
El seminario comenzó a mediados de agosto y estuvo a cargo de la profe Cecilia Giubergia. La primera clase consistió en aprender a hacer la pasta piedra. Cada alumna llevaba los utensilios que se iban a necesitar para el armado del cuenco: cemento, enduído, cola vinílica, una base de madera, nylon, un molde y bolillo. Una vez hecha la preparación para armar el cuenco, la colocaron en el molde elegido, y dejaron secar durante 3 días.
En la segunda cita, desmoldaron y lijaron la pieza, la pintaron y una vez seca le colocaron betún de Judea, la limpiaron y la enceraron para darle brillo.
El último encuentro, las seminaristas llevaron papel madera, lienzo y fibra, para hacer una tarjetita personalizada y colocarla en los cuencos, por si alguna quería emprender la realización y comercialización de este tipo de artesanías.
