Miopía: Óptica Enfocarte da información importante para prevenir y controlarla

La miopía es una afección ocular que quizá los progenitores desconozcan, pero sobre la que todos deberían estar informados. Se presenta, por lo general, durante la edad escolar y va en aumento.

Aunque puede corregirse fácilmente usando gafas o lentes de
contacto, su empeoramiento por falta de control adecuado puede causar
afecciones oculares a largo plazo.

La buena noticia es que investigaciones recientes sugieren
formas de prevenir el inicio de la miopía o de retrasar su progresión.

Esta breve encuesta lo/la ayudará a identificar los factores
de riesgo de desarrollo de miopía, y si su niño/a ya la padece, le servirá como
consejo sobre cómo retrasar su progresión.

¿Qué es la miopía?

La miopía consiste en una visión borrosa de los objetos
lejanos, a menudo llamada «visión de cerca o miope». Una persona con miopía
puede ver con claridad los objetos cercanos (cuando lee un libro o mira el
móvil) pero las palabras o los objetos se ven imprecisos en una pizarra, en la
televisión o conduciendo el coche. Sin embargo, un par de gafas no
representan toda la solución.

La miopía en los niños tiende a aumentar o empeorar durante
la infancia, y los niveles altos de miopía están asociados con mayores
riesgos de enfermedad ocular en la adultez. Si su niño/a ya usa gafas, aún
puede hacer algo para que su vista no continúe deteriorándose. Si no usa gafas,
puede evaluar su riesgo de padecer miopía.

La miopía ocurre cuando el globo ocular crece demasiado
rápido durante la infancia o comienza a crecer de nuevo durante la edad adulta.

El inicio de la miopía en la infancia está, por lo general,
originado por un crecimiento demasiado rápido de los ojos, o por su crecimiento
continuado tras los 10-12 años cuando, normalmente, ya debería cesar. La
genética, el ambiente y las características de la persona pueden contribuir a
este excesivo crecimiento.

En los niños más pequeños, la progresión de la miopía es más
rápida porque sus ojos crecen a un ritmo más veloz, ocasionando niveles más
altos de miopía, gafas más potentes y mayores riesgos para la salud del ojo.

El inicio de la miopía en la edad adulta, por lo general, es
consecuencia de la adaptación de los músculos de enfoque cuando están fatigados
debido a un aumento significativo del trabajo a corta distancia, como los
estudios universitarios, por ejemplo.

¿Por qué tendría que
preocuparme?

La miopía es cada vez más común en niños de todo el mundo. La
edad promedio de desarrollo de la miopía se está reduciendo (un inicio más
temprano implica un crecimiento mayor y más rápido del ojo, lo cual incrementa
la probabilidad de padecer miopía alta y aumenta el riesgo de sufrir
enfermedades del ojo como las siguientes:

Desprendimiento de retina: la «película» sensible a la luz
que recubre la parte posterior del ojo se desprende de su base distorsionando
la visión o causando ceguera, dependiendo de su ubicación.

Degeneración macular miópica: pérdida de claridad de visión
central, como si se tuviera una mancha densa en el medio del campo de visión.

Glaucoma: aumento de la presión intraocular que daña la
visión periférica, denominado «el ladrón silencioso de la vista» porque muy
pocas personas que lo padecen han notado sus síntomas antes de que estuviera
demasiado avanzado.

Cataratas: una nebulosa en el campo visual, como si se
estuviera mirando a través de un parabrisas empañado.

¿Qué causa la miopía?

Se ha relacionado a la miopía con el hecho de pasar mucho
tiempo realizando trabajos de cerca, como ser la lectura, los videojuegos,
dibujando o utilizando teléfonos inteligentes o tabletas.

Los dispositivos portátiles son fáciles de usar para los
niños y, por ello, desde muy pequeños su vista de cerca se encuentra
sobreexpuesta.

La miopía puede ser hereditaria, y el origen étnico y los
antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo.

Las investigaciones realizadas sugieren la existencia de una
conexión entre la etnia asiática y la veloz progresión de la miopía, con una
prevalencia más alta en este grupo de personas.

Una persona con un progenitor que padece de miopía triplica
el riesgo de desarrollar miopía, o lo aumenta 6 veces si ambos padres la tienen.

Algunos estudios muestran que los niños son más propensos a
padecer de miopía cuando sus progenitores han terminado el instituto de
educación secundaria o han ido a la universidad.

Se ha demostrado que la visión corregida excesiva o
deficientemente (gafas equivocadas, o no usar gafas en absoluto cuando se las
necesita) facilita el inicio y acelera la progresión de la miopía.

¿Cómo puedo prevenir
o retardar la miopía?

El captar las señales tempranas de la miopía antes de que se
desarrolle completamente puede ayudar a retardar su aparición y avance.

Los niños no deben pasar más de tres horas al día (sumadas a
las horas escolares) realizando tareas a corta distancia como leer, deberes de
la escuela o uso de pantallas.

Al utilizar la computadora, asegúrese de que está
correctamente colocado para evitar la fatiga ocular, y de realizar pausas cada
20 minutos dirigiendo la vista hacia el resto de la habitación durante 20
segundos.

Los teléfonos inteligentes son muy populares entre los niños
y adolescentes, que envían mensajes de texto, participan en las redes sociales,
leen y juegan, pero la sobrexposición a la pantalla se relaciona con la miopía,
puede causar la sequedad del ojo, y aumenta el riesgo de lesión ocular y de
enfermedades del ojo en la edad adulta, de modo similar al daño causado por los
rayos UV.

La luz blanquiazul brillante de las tabletas y de los
teléfonos inteligentes pueden dañar a largo plazo la salud ocular y afectar el
sueño. Aunque todavía no existen directrices sobre el límite de tiempo que se
puede pasar utilizando pantallas, el uso de estos dispositivos debe evitarse
por parte de niños y adultos tres horas antes de acostarse.

El deporte y el juego al aire libre al menos durante 90
minutos por día pueden reducir el riesgo de miopía (consultar el móvil o la
tableta al aire libre ¡no cuenta!).

Hay pruebas que sugieren que la exposición a la luz exterior
es beneficiosa para retardar el inicio y el avance de la miopía, pero la
protección contra los rayos UV continúa siendo necesaria, por ello, se deben
usar gafas de sol y un sombrero.

¡Mi niño/a ya es
miope!

Los diseños especiales de lentes de contacto y la
ortoqueratología ofrecen en la actualidad las mejores opciones de corrección de
la visión para retardar la progresión de la miopía.

Las investigaciones han demostrado que las lentes diseñadas
especialmente son eficaces para retardar la progresión de la miopía, aunque no
en la misma medida que tus lentes de contacto, y solo para algunas personas en
particular con problemas para que los músculos oculares trabajen juntos.

Se ha demostrado que las gotas oculares de atropina retardan
la progresión de la miopía y su uso está ganando popularidad.

Evaluación
del riesgo de mi niño/a

Para cualquier tipo de consulta, comunicarse al número 2622-228132 o dirigirse al local de ÓPTICA ENFOCARTE, ubicado sobre calle Bruno Villegas 27 en el distrito de La Consulta.

Con información de www.mykidsvision.org/