Nena de 12 años filmó a su tío abusador: el triste relato de la madre

“Apenas vi los videos me salió un grito de dolor”. Daniela, mamá de la víctima del prófugo Leandro Martínez, relata su experiencia.

“Apenas vi los videos me salió un grito de dolor pero no desde la garganta sino de las entrañas”, dice Daniela, la mamá de la nena de 12 años filmada mientras el contador Leandro Martínez, parte de su familia y el hombre al que llamaba tío, la manoseaba en su casa de Morón.

Daniela llora y se angustia cuando piensa en el coraje que tuvo su hija, dice ella, para mostrarle a todos lo que sufrió, al menos cuatro hechos que el fiscal Pablo Masterrer le imputa a Martínez, hoy prófugo de la Justicia con un pedido de captura en su contra por el delito de abuso sexual simple a una menor.

“Me emociono por la valentía que tuvo mi hija de hacer lo que hizo. Me acuerdo del momento en que hablé con ella después de ver los videos y te juro que me quede en shock. No supe qué decirle a mi nena. Sentía bronca, impotencia, de todo. Fue un dolor inmenso porque el culpable era parte de nuestra familia. Mi hija entró a su casamiento tirando pétalos de rosa y él le hizo ésto”, dice Daniela mientras toma un café.

Para la mamá de V., hablar del tema es difícil, le hace
mal. Por el estrés que vivió al ver los videos la semana pasado sufrió un
ataque isquémico transitorio por la que fue internada varios días. Junto
al papá de la nena, al principio, evitaron hacer público el caso para
resguardar a la menor pero al ver que Martínez se mantiene prófugo hace
casi un mes decidieron hacerlo público.

“Estoy acá para hablar del tema por la valentía de mi hija”,
insiste: “Si ella tuvo el coraje para grabar cómo estaba siendo
abusada yo tengo que hacer lo mismo de mi lado y denunciarlo para que
todos sepan lo que está sucediendo. Martínez tiene los medios económicos como para
estar fugado y, además, tiene muchas influencias en la zona de Morón”,
asegura. “Teníamos una relación muy cercana. Siempre fuimos una familia
muy unida. Mi hija se quedó a dormir muchas veces en la casa de ellos. Eramos
eso, una familia”, recuerda.

-¿Cuál fue el primer indicio que tuvieron de que algo malo pasaba con su hija?

-Un día, cuando viene a mi casa la mama de una compañerita
de mi hija, diciéndome que entre las nenas se habían mandado mensajes y había
un mensaje, un audio de mi nena en el cual describía una situación
bastante grave. En ese mensaje mi hija describía un abuso con mucho
detalle. La mamá me pregunta si la nena estaba conmigo y le digo que V.
estaba con su tío, Leandro Martínez. Esto fue en enero de 2018. Fue
la primera vez que nos enteramos que eso pasaba.

-¿Qué hiciste en ese momento? ¿Fuiste a hablar con Martínez?

-No. Fuimos a hablar con la mamá de la esposa del
abusador, que vive al lado de mi casa. Ahí le comentamos lo que había
pasado. Ella nos dijo que no podía ser, que era una locura. Después nos
pidió que no le digamos nada a la mujer de él porque estaba embarazada y ya
había perdido otros embarazos. Nos pidió por el bebito que iba a nacer que
no hagamos nada. Automáticamente fuimos a buscar a la nena y nos la
llevamos de ahí. Decidimos no hacer la denuncia.

¿Cuándo hablaron por primera vez con tu hija de lo que se habían enterado?

-En ese momento mismo momento hablamos con la nena, y por
supuesto que le creímos, pero al ser algo tan delicado necesitábamos tener la
veracidad del caso con lo cual pedimos ayuda a una psicóloga. Ella estuvo
mucho tiempo en sesiones.

-¿Cortaron el vinculo con el tío?

-Prohibimos totalmente cualquier tipo de acercamiento o
contacto a solas. Sí lo seguíamos viendo en reuniones familiares. Un
cumpleaños, casamientos. Éramos una familia unida. Nos juntábamos mucho a
comer y ahí si se veían pero a solas nunca. Igualmente nos enteramos después
que también aprovechaba a tocar a la nena como se ve en el video.

-¿En los propios cumpleaños? ¿Ustedes nunca lo notaron?

-Nosotros estábamos súper atentos pero cuando nos
descuidábamos un poco lo hacía. Por ejemplo, mientras mi marido cerraba la
puerta del comedor y se distraía una fracción de segundo él aprovechaba para
tocar a la nena. Creo que él disfrutaba eso de tener a la familia cerca
mientras lo hacía.

-¿No era una situación extraña seguir viendo al hombre que la nena decía que la abusaba?

-Si claro, pero era una situación muy complicada. No
teníamos los elementos suficientes para hacer una denuncia. Igualmente
estábamos con los ojos bien abiertos y atentos a lo que pasaba. Para
nosotros como familia fue muy difícil aceptar algo así.

El degenerado y prófugo de la Justicia, Leandro Martínez

V., dice su madre, decidió exponer ella misma a su abusador,
con un paseo por la casa familiar donde había cámaras instaladas. Fue el 15 de
diciembre del año pasado poco antes de las 18 horas, una secuencia de video de
dos minutos y medio que ya está incorporado en el expediente de la UFI Nº11.

Luego de que los padres de V. vieron el video en el que se
observa que Leandro Martinez manosea a la nena, el padre de la menor radicó la
denuncia. Tras una serie de medidas, el fiscal Pablo Masferrer ordenó la
detención de Martínez y el allanamiento a su casa en el barrio cerrado Weston
de Moreno.

Desde ese momento se encuentra prófugo de la justicia. Juan
Pablo Gallego, abogado de la familia, dice que el hombre tiene los
recursos suficientes como para escaparse y hasta irse del país: “No solo tiene
dinero sino que cuenta con contactos en la justicia y en distintos
ámbitos. Trabajó en una multinacional con sede en distintos países. No nos
extrañaría que le avisen de cada una de las diligencias judiciales que se van
efectuando”.

Mientras todo esto pasa en Tribunales, V., diagnosticada con
un retraso madurativo moderado, tiene que seguir adelante con su vida,
alejada de sus primos y de casi toda su familia. “Está muy mal. Ante
cualquier cosa se emociona. La encontramos llorando. La verdad que la está
pasando muy feo pero es una nena muy fuerte”. Se espera, por otra parte,
que se produzca una de las pruebas claves del caso, su declaración en cámara
Gesell: “Va a ser duro para ella rememorar todo. Pero quiere ir. Quiere
contarlo. El otro día me dijo: ‘Mamá, quiero explicarle al juez todo lo que me
paso’”.

Fuente: Infobae