Recomendaciones para evitar el golpe de calor y malestar ante las altas temperaturas

Ante el calor es oportuno recordar que tal situación requiere tomar recaudos para evitar consecuencias en la salud y en casos extremos el golpe de calor.

Mantenerse hidratado y evitar exponerse a lugares de calor
extremo serían las medidas esenciales. Aquí una enumeración de consejos para
sobrevivir al termómetro:

– Hidratarse preferentemente con agua, deberían ser 2 litros
por  día, de manera periódica.

– Preferir alimentos frescos,  en 
particular frutas y verduras; evitar las comidas abundantes y muy
calóricas

-Tener particular cuidado con la higiene y conservación de
los alimentos

-Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o muy dulces y las
infusiones calientes.

-Usar ropa suelta, sin colores oscuros, de materiales
livianos y claros.

-No realizar ejercicio físico en horarios de mucho calor
sino preferir primera hora de la mañana o el atardecer.

-Protegerse del sol con un sombrero, protector solar factor
30 y si es posible anteojos.

– Recordar que no se debe estar al sol entre las 11 y las
16.

Los lactantes deben cuidarse especialmente por el riesgo de
deshidratación: lo ideal es darles el pecho, sumar agua y bañarlos
frecuentemente.

También los adultos mayores (de más de 65 años) deben
prestar particular atención a mantener una adecuada hidratación y consumir 2
litros de agua por día. Este segmento es susceptible de presentar
deshidratación y por ella sufrir consecuencias de mayor impacto que  el resto de la población.

Además de tener menos líquido en el cuerpo, el mecanismo de
la sed puede estar afectado, al igual que el de regulación de la temperatura
corporal, mientras que es una franja en la que es común que esté disminuido el
funcionamiento renal e incluso se presenten fallas.

Se les recomienda evitar salir a la calle en los horarios de
más alta temperatura, tomar baños frecuentes o enfriar el cuerpo con paños
húmedos.

Síntomas de golpe de calor

– Temperatura corporal mayor a  39º C (medida en la axila)

– sudoración excesiva

– piel seca

– agotamiento, cansancio o debilidad

– mareos o desmayo

– dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos

– dolores de cabeza (sensación de latido u opresión)

Cómo proceder

– En primer lugar se debe intentar bajar la temperatura del
cuerpo de la persona afectada, con hielo o con un baño en agua helada

– ofrecer agua fresca (o incluso agua con una cucharadita de
sal)

– trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado

– no administrar medicamentos antifebriles

– no friccionar la piel con alcohol

– consultar al médico si es población de riesgo (niños
pequeños, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas).