Gran parte del mundo celebra Navidad: los orígenes de la festividad

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Si bien para muchos, la celebración tiene fuertes connotaciones religiosas, para otros forma parte de una tradición familiar o social. Cómo y cuándo se empezó a festejar la Navidad el 25 de diciembre.

La Nochebuena es la celebración cristiana de la noche en la que, según la tradición católica, nació Jesús, la noche del 24 de diciembre, víspera del día de Navidad (25 de diciembre). Aunque las costumbres varían de unos países a otros, es bastante común una reunión familiar para cenar e intercambiarse regalos. Se considera como una fiesta de carácter cultural y familiar, ya que también se reúnen las familias aunque no haya celebración religiosa. 

Por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre

La Navidad, festividad cristiana que conmemora el nacimiento de Jesucristo, se celebra el 25 de diciembre según el calendario gregoriano. Pero a pesar de su origen religioso, esta fiesta es comúnmente celebrada incluso por los ateos como una fecha dedicada a reunirse con los más allegados. 

Qué dice la Biblia sobre el nacimiento de Jesús

Los Evangelios de Mateo y Lucas consideran que Jesús de Nazareth nació en un pesebre de Belén, aldea de Oriente Próximo, y que su llegada fue anunciada por un ángel. No obstante, estos no especifican el día exacto del nacimiento. 

La Adoración de los pastores, obra de Esteban Murillo (1.650).

Tampoco, en ninguna otra parte de las Escrituras se menciona la fecha exacta en la que nacería o nació Jesús, por lo que no puede saberse el día o fecha exacta. Según algunos estudiosos de los Escritos sagrados, Jesús no habría nacido en diciembre, época de pleno invierno en Palestina. Según los relatos, durante el nacimiento de Jesús, Roma había organizado un censo, una acción que no sería recomendable para una época y región, donde los inviernos son muy crudos. Además, y según lo que dicen los evangelios, había pastores cuidando rebaños a campo abierto, algo que no se realiza en el invierno, en el lugar donde nació Jesús. 

Antecedentes de la celebración el 25 de diciembre

Eran varias las festividades que tenían lugar a finales de diciembre en territorio romano, coexistiendo durante los inicios del Cristianismo: celebraciones de la antigua religión romana, judías, del mazdeísmo persa y también nórdicas, mayoritariamente vinculadas al solsticio de invierno del hemisferio norte.

El emperador Constantino, primero en legalizar el cristianismo en el Imperio Romano, probablemente con la intención de superponer las prácticas cristianas a otras más antiguas, estableció el 25 de diciembre para la conmemoración del nacimiento de Jesús. El término navidad proviene del latín nativitas, que significa nacimiento.

El objetivo de esta superposición era convertir a los paganos romanos a la religión cristiana estableciendo una tradición fácilmente asimilable para ellos, ya que sería inevitablemente relacionada con algunas de sus fiestas principales celebradas en esas mismas fechas: las Saturnales y el Sol Invictus.

Así, se concluye que la tradición cristiana de la Navidad tiene su origen en ciertas fiestas paganas, que influyeron en su creación y con las que guarda algunas similitudes. 

Sol Invictus, el culto a la deidad solar

El mismo 25 de diciembre ya era una fecha de celebración para los romanos. En esta ocasión festejaban el Sol Invictus, un culto a la divinidad solar asociado al nacimiento de Apolo, dios del Sol. 

Este culto se desarrolló en el período mitológico romano y duró hasta la conversión del cristianismo en la religión oficial del imperio. Sin embargo, esta no era la única deidad solar que los romanos habían adorado.

El mismo emperador Constantino dio mucho valor a la figura del Sol Invictus, e incluyo usó su imagen en las monedas del Imperio y decretó que los domingos serían un día de descanso dedicado a honrarlo. Sin embargo, la llegada del Cristianismo catalogó el culto al dios del Sol como una celebración pagana

Distintas festividades antiguas romanas se asociaban al solsticio de invierno, entre ellas las Brumales y también las Saturnales.

Durante varios siglos, antes del nacimiento del Cristianismo, la sociedad romana era politeísta y creía en una serie de divinidades protectoras de las distintas áreas de su vida. Para la agricultura y la cosecha se adoraba al dios Saturno, y se celebraban unas fiestas paganas en su honor: las Saturnales. 

Originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre coincidiendo con el solsticio de invierno, el período más oscuro del año, cuando el Sol sale más tarde y se pone más pronto.

Durante estas fiestas, que se prolongaban durante siete días, los romanos visitaban a sus familiares y amigos, intercambiaban regalos y celebraban grandes banquetes públicos.

JULIO I, EL PAPA QUE FIJÓ LA FECHA DE NAVIDAD

El emperador Constantino, encargado de establecer de forma oficial la fecha para la conmemoración del nacimiento de Jesús en el Imperio Romano, actuó con el apoyo del pontífice del momento: el papa Julio I. 

Así, se fijó la solemnidad de Navidad el 25 de diciembre, una fecha arbitrariamente escogida por la Iglesia católica a pesar de la creencia de que Jesucristo nació durante la primavera.  Esta creencia nace de interpretaciones de los Evangelios, que describen que Jesús nació en un momento en que los pastores tenían rebaños al aire libre, algo imposible en invierno y en una región como Palestina. 

Para no imitar las tradiciones paganas, los cristianos romanos las absorbieron y adaptaron al mensaje cristiano, pero conservaron las luces, los banquetes, las reuniones familiares y el intercambio de regalos. Mantuvieron la fecha del 25 de diciembre porque establecieron un paralelismo entre el nacimiento del dios Sol y el cristiano, ya que la Biblia describe a Jesucristo como “sol de justicia” o “luz del mundo”. También conservaron la palabra nativitas, que en latin designaba el aniversario del nacimiento de un emperador o del día de su ascensión al trono. De ahí proviene el nombre de la Navidad, la natividad de Jesús.

Con el Edicto de Milán del 313 d. C., el emperador Constantino estableció la libertad religiosa, poniendo fin a la persecución del cristianismo, y reconoció la Navidad como festividad. Ello llevó a varios papas a mantener la celebración del nacimiento de Jesucristo en esa fecha, con lo que además contrarrestaban los antiguos cultos paganos. En el 381 d. C., el emperador Teodosio convirtió el cristianismo en la religión oficial del Estado con el Edicto de Tesalónica, lo cual impulsó la celebración de la Natividad.

(con información de National Geographic/ Wikipedia/EOM)

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