El coordinador de Salud del Valle de Uco hizo un balance sobre la labor de los hospitales regionales durante la pandemia y habló sobre la posibilidad de un nuevo pico de casos de Covid-19.

Si hubiera que elegir al personaje del año, el personal de la salud encabeza la lista de protagonistas del 2020 sin ninguna duda. Los profesionales han tenido que adaptarse a las adversidades para poder paliar la pandemia y ante la posibilidad latente del gran temor: el colapso sanitario durante el pico de casos en su momento y ahora, la posibilidad de una segunda ola en América Latina.

En ese sentido, el coordinador de Salud del Valle de Uco, Rodolfo Guillén, hizo un balance sobre la labor de los hospitales regional en estos últimos meses.

Al ser entrevistado por El Cuco Digital, el funcionario destacó el trabajo del personal: “El sistema ha respondido”, mencionó.

Sobre las incorporaciones durante el 2020 en los efectores de salud del Valle de Uco, Guillén detalló que “la más importante es la de recurso humano y también tecnología, como el laboratorio de biología molecular que se instaló en el Scaravelli que nos permite hacer el diagnóstico acá en Valle de Uco”.

También el hospital de Tunuyán amplío su terapia intensiva, que pasó de 9 a 12 camas, incorporadas para enfrentar el pico de la pandemia.

Además, como en otras zonas del país, los efectores debieron focalizar y la atención en la pandemia, postergando las cirugías programas y otros controles que fueron trasladados a otros ámbitos.

Guillén también habló sobre el comportamiento de la comunidad durante las últimas semanas y remarcó que “hay un relajamiento social excesivo”.

Respecto a la proyección para el 2021 y ante la posibilidad de una segunda ola: “No se descarta un nuevo pico. Esto se ha producido en todos los países del mundo, y ha sido, además de la aparición de nuevas cepa, preocupante, y nosotros creemos que va a ocurrir acá. La gente debe prepararse y el sistema sanitario también”.