Por Libby Rose
Según el relato de la familia de Simba, el animal además presentaba tajos en gran parte de su cuerpo. Comentarios en Facebook darían cuenta de otros malos accionares de la dueña del local.
Estaba todo listo para la fiesta de cumpleaños de Simba, un caniche de 15 años de edad que vive en Tupungato. Torta, mesa dulce y ¡hasta souveniers! formarían parte del festejo que su familia haría para celebrar un nuevo aniversario de su nacimiento. Lo único que faltaba era lookearlo.
El pasado 27 de febrero, Jacqueline llevó al perro a una peluquería canina ubicada en calle Lemos de ese departamento. Luego de más de 5 horas de espera, el sobrino de la dueña del animal fue a retirarlo y se llevó una sorpresa desgarradora.
“Su turno era a las 18:30, pasaban las horas y no nos avisaba nada. Le estuvimos preguntando toda la tarde y no respondía los mensajes. Nosotros estábamos trabajando”, relató Jacqueline a El Cuco Digital.
“Eran casi las once y nos avisó que fuéramos. Mandamos a mi sobrino porque seguíamos en el trabajo. Ella le cobró los 450 pesos y se lo entregó. Tenía (el perro) toda su cara envuelta en papel de servilleta. Cuando se lo entregó le dijo ‘tu perrito se rascó la boca o se mordió y le salía sangre’, y cerró el portón”, agregó.
“Mi sobrino lo llevó a la casa de mi hija y ella lo notó raro, lo examinó y tenía sangre en su boquita. Le abrió la boca y vio que le faltaba un pedazo de lengua ¡Imaginen el horror! (…) Le revisó el cuerpo y tenía tajos por todos lados”.
Simba debió ser trasladado de urgencia a una veterinaria y se encuentra medicado. Además, a causa del corte de su lengua, debe comer comida licuada y tomar agua a través de una jeringa.
“Lo llevamos en el acto al veterinario,nos atendieron de urgencia sin dudarlo, y dijeron que ese corte tuvo que ser con maquina o tijeras” contó la mujer.
“Para mí estaba dopado, y ellos se duermen con la lengua afuera. Pienso que ahí le metió el tijeretazo (…) Si tan solo hubiera tenido la decencia de avisar, de última decir: ‘Mirá, estoy en el veterinario con el perrito porque tuve un accidente’. Nos habríamos enojado igual, pero hubiéramos visto la buena intención, qué se yo; o hubiese dicho ‘vengan a buscarlo porque no se deja cortar”.
“La hija nos dijo que con las uñas se había arañado la lengua y se la había cortado. Ni un tigre hace algo así (…) Cuando llamé a la mujer para consultarle qué había pasado, no me atendió el teléfono. Hasta ahora estoy esperando que me atienda”.
Jacqueline difundió el episodio a través de Facebook. En la publicación que fue compartida por alrededor de 1.500 usuarios, se sumaron varios comentarios que darían cuenta de otros malos accionares de la dueña del local contra otros perros. De acuerdo a los diferentes relatos, la mujer habría tenido 7, 8 horas a los canes dentro de la peluquería, sin previo aviso, entre otras acusaciones.
La familia de Simba realizó la denuncia penal en la Comisaría 20 de Tupungato, motivada por la Ley Sarmiento. La Ley 14.346, conocida con Ley Sarmiento, establece penas para las personas que maltraten o hagan víctimas de actos de crueldad a los animales.
“Mutilar cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento, marcación o higiene de la respectiva especie animal o se realice por motivos de piedad” o “lastimar y arrollar animales intencionalmente, causarles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por sólo espíritu de perversidad”, son considerados actos de crueldad según consigna el artículo 3 y por los que, quienes los hicieren, podrían enfrentar arrestos de 15 días a 1 año.