Foto: archivo/ El Cuco Digital
Desde este año se aplicará el Aprendizaje Basado en Proyectos en todos los cursos y modalidades.
Los maestros de primaria de todas las escuelas de Mendoza tendrán este año un doble desafío por delante: por un lado, aplicar el nuevo diseño curricular que incluye contenidos no convencionales; por el otro, poner en funcionamiento el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).
Con este último enfoque se resalta el trabajo en conjunto de todas las áreas, por lo que lentamente se apunta a que se abandone el uso de un cuaderno o carpeta para cada una de ellas y, en su lugar, se utilice un único soporte escrito, en el que se dejarán asentados los distintos aspectos que se vayan aprendiendo.
Elena Castro, directora de Educación Primaria de la Dirección General de Escuelas (DGE), adelantó que los 186.000 niños de las 750 escuelas primarias del sistema estatal, más los del sistema privado, empezarán a trabajar durante el primer trimestre con el ABP, modalidad en la que se da mayor protagonismo a los alumnos.
“Siempre se ha trabajado con proyectos en el nivel primario, pero ahora la gran diferencia es que van a surgir del interés que manifiesten los propios chicos”, comenzó a explicar la funcionaria.
Asimismo detalló que durante los primeros días de clases, los docentes propondrán una “lluvia de ideas” con los chicos, sobre las que se irá trabajando en conjunto.
“Es impresionante lo que va saliendo de esas experiencias, porque va de acuerdo al interés de ellos mismos. Por ejemplo: dudas sobre los dinosaurios, el cuidado del agua, entre otros”, enumeró la funcionaria.
A partir de las primeras preguntas que vayan surgiendo se irán desarrollando los contenidos de todas las áreas de acuerdo al grado en que se encuentre el estudiante.
“En este punto lo importante es la interdisciplinariedad. Es fundamental que el docente de lengua y el de matemáticas, así como el de educación física y/o el de música, entre otras, vayan contribuyendo al desarrollo del chico en el aula”, sintetizó la directora de Primaria.
Allí es donde aparece la necesidad de utilizar un solo cuaderno por niño. “No se trata de una imposición sino que va a ir surgiendo en cada institución a través del trabajo que se vaya haciendo en este sentido”, aclaró.
De hecho, para Castro se trata de una transición necesaria que se desprende de la misma metodología. “No va a ser inmediato, porque los papás ya han hecho las compras de útiles escolares. Pero con el pasar de los meses el trabajo diario de los docentes va a empezar a dar cuenta de esa modalidad”, aseguró.
Por otro lado comentó que muchos alumnos ya estaban acostumbrados a trabajar con un solo soporte cuando se abocaban a los proyectos de la Feria de Ciencias. “En ese caso toda la investigación y las conclusiones iban quedando en la carpeta de campo, que les permitía ir planteando la hipótesis y seguir avanzando”, recordó la consultada.
Buscando la motivación
Si bien el ABP ya se aplicó durante 2019 con algunas escuelas, este año se generalizará, por lo que fue uno de los temas principales tratados por los docentes en las jornadas de febrero.
“Es una metodología que apunta a mantener el interés del chico intacto. Todos sabemos que les gusta la hora de educación física y los recreos, pero queremos que también estén motivados en las aulas”, expuso la funcionaria.
En tanto adelantó que se trabajará un proyecto por trimestre, por lo que en total habrá tres, y cada uno de ellos será presentado ante la comunidad. “La idea es que el proyecto salga del aula, ya que una de las habilidades que nos interesa trabajar es la comunicación”, remarcó.
Para Castro el ABP permite desarrollar saberes e ir pasando por todos los ejes de la currícula que este año cambiará. “Vamos a implementar el nuevo diseño curricular que se viene trabajando hace años”, resaltó la funcionaria.
Ese diseño está basado en 17 pilares e incluye contenidos no convencionales, tales como cultura del agua, derechos humanos, energías renovables, primeros auxilios, educación para el consumo responsable, cuidado del medio ambiente, habilidades sociales, educación inclusiva, interculturalidad dialogante, educación emocional, alimentación saludable, prevención de consumos problemáticos, ciudadanía digital, educación sexual integral, prevención y resiliencia social, educación vial e iniciativa emprendedora.
Fuente: Los Andes
