Desafíos de las nuevas gestiones municipales en Valle de Uco: horizontes y coyunturas

"Manifestación", obra de Antonio Berni, que recrea un pedido de "pan y trabajo" (1.934)
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El 90% de lo que se calcula ingresará a los departamentos depende de la coparticipación nacional y provincial. Esto suma un elemento de constante tensión para el año que viene

Por Juan Jofré

Continúo con el intento de escribir regularmente una columna de análisis político del Valle de Uco, con perspectiva amplia y plural, mirando los hechos que se pueden ver y diferenciando de interpretaciones o supuestos.

En esta columna hablaré de un concepto que es siempre muy importante en política: el horizonte.

Cada líder o conductor de grupo humano, necesita tener claro hacia dónde va, porque ese camino se convierte en la propuesta para quienes decidan seguirlo o acompañarlo. Cuando ese horizonte no está, o es confuso, esos liderazgos o conducciones experimentan pérdida de fuerza, poder o apoyo.

Como ya analizamos en la columna de la quincena pasada, los tres departamentos del Valle de Uco tienen tres Intendentes nuevos. En aquella columna consideramos los nuevos actores y escenarios. Hoy, trataremos de identificar los horizontes y las dificultades que la coyuntura del corto plazo les puede traer.

Los tres intendentes marcaron esos horizontes en sus primeros discursos, fundacionales, donde justamente se proponen metas y resaltan áreas a potenciar o sueños que cumplir.

Gustavo Aguilera de Tupungato dijo que “todas las ideas serán estudiadas y consideradas”. Emir Andraos de Tunuyán se propuso “refrescar y buscar gente nueva. Alejandro Morillas, en San Carlos, también habló de “escuchar a todos”.

Hasta acá, parecen haber podido cumplir en cierta manera con esa parte. Es cierto, unos más que otros, se han mostrado en reuniones con Concejales, empresarios, organismos, vecinos, etc.

Las voces opositoras de los tres departamentos, no confían del todo en la sinceridad de esos diálogos, pero han estado acompañando, y en algunos casos, acercando propuestas. Entienden que al comienzo de nuevas gestiones no está bien visto oponerse tan férreamente.

Otra coincidencia es que los tres departamentos tienen aprobados sus presupuestos para el año que viene, pero la realidad de esas pautas de gastos ha cambiado rotundamente en estos últimos días, y acá es donde el análisis debe complejizarse.

Toda acción política debe ser evaluada en su contexto, y eso cambió rotundamente a partir de la semana pasada, cuando el Presidente Milei publicó un Decreto de Necesidad y Urgencia que cambia muchas de las reglas que venían marcando a la sociedad. Es decir, los presupuestos municipales se discutieron y aprobaron en un contexto que ya no existe.

Por si fuera poco, en los momentos en que se escribe esta columna, el Ejecutivo Nacional ha presentado un gigante proyecto de Ley, que llaman “Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, y que modificaría, en caso de aprobarse, prácticamente todo lo que conocemos. Aún más cosas que las que plantea el Decreto.

Aquí es donde la importancia del concepto o la idea de horizonte toma mucho más valor, y también la muñeca de los líderes, en este caso, los intendentes. Porque hasta acá han podido cumplir con lo propusieron como “forma”, que era el diálogo y la convocatoria abierta. Pero ahora, en este nuevo contexto, en esta nueva coyuntura nacional, deberán replantear las acciones si quieren sostener los horizontes planteados al comienzo.

Morillas se propuso fortalecer el sistema de salud, y manifestó el sueño de un paso a Chile. Andraos, hizo explícito el deseo de crecer en escuelas, vivienda y trabajo. Aguilera, remarcó las intenciones de agregar valor a la producción, potenciar el turismo, cuidar el medio ambiente y generar oportunidades para la juventud.

Ernest Labrousee, pensador francés, acuñó una frase que hoy resulta muy valiosa: “cada sociedad tiene la coyuntura de su estructura”, y eso nos obliga a pensar en nuestros contextos con las características propias de nuestro pago chico.

Las propuestas manifiestas en el Decreto Presidencial (y en el proyecto de Ley también), podrían simplificarse en lo que ellos llaman la “desregulación de la economía y achicamiento del Estado”. Pues el desafío de los dirigentes políticos, económicos y sociales de nuestro Valle de Uco es analizar las implicancias que tendrá esa desregulación, y actuar en consecuencia sin dejar de fijar horizontes.

Aquí viene otra cuota de complejidad. Pesada, difícil, pero necesaria.

¿Qué sectores de la economía de nuestra región se benefician con las medidas? ¿Qué actores o grupos sociales se van a ver perjudicados? Si la bandera de defensa del agua y el medio ambiente es una marca registrada de nuestra zona, ¿qué cambios traerá en ese campo la desregulación? El turismo y la gastronomía se han convertido en un parte importante de la marca “Valle de Uco”, ¿saldrán beneficiados por la devaluación o caerá la demanda? ¿El aumento de tarifas impactará demasiado o lo podrán absorber los sectores que producen bienes y servicios? La industria, el comercio, ¿se adaptarán a convivir con importaciones? ¿Caerá la demanda con la caída de los salarios y la pérdida de poder adquisitivo? ¿Cómo reaccionará la población en general o los grupos o sectores más organizados que se vean perjudicados?

Hay un dato local que me preocupa. En los presupuestos departamentales aprobados, el cálculo de ingresos por recursos propios, es decir, generados por el municipio no alcanza el 10%. Esto quiere decir, que el 90% de lo que se calcula que ingresará dependerá de la coparticipación nacional y provincial. Esto suma un elemento de constante tensión para el año que viene, sin ser alarmistas.

La mirada política local solo alcanza para intentar atender las urgencias, que siempre son muchas, y a veces terminan desgastando a gestiones o liderazgos que no logran levantar esa baja línea de flotación. 

Los dirigentes, sobre todo políticos, tienen la dura tarea de ocuparse de las urgencias que generan las coyunturas, pero no pueden dejar de mirar el horizonte, el largo plazo, la estructura.

Por eso, momentos como estos pueden gestar grandes liderazgos, o, por el contrario, contribuir a la suma de nuevas frustraciones. 

Hay una frase atribuida al prócer y educador latinoamericano Simón Rodríguez que me resuena mucho en estos tiempos, y creo que sintetiza un mandato imprescindible para este tiempo y lugar: “Inventamos o erramos”.

Hasta la próxima.

5 respuestas

  1. Excelente Juanchi, esto amerita mucho dato y precisión en ellos, además de la movilidad permanente de la política y su contexto. Espero ansioso la proxima

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