Edgar pintó su parripollo agradeciendo al GIA, el grupo que lo ayudó a salir del alcoholismo: “Estoy en paz”

WhatsApp
Facebook
Twitter
image_pdfimage_print

Por: @TeffyTello

Expresó el oriundo de San Carlos ¡Conozcamos esta historia de esfuerzo y valentía!

Edgar Videla tiene 36 años y vive en la Villa de Cabecera de San Carlos junto a su familia, esposa y tres hijos, quienes son los pilares de su vida. Y es que por más de 15 años Edgar fue una persona alcohólica y como consecuencia, estuvo a punto de perderlo todo.

Afortunadamente, con la ayuda de sus seres queridos y una enorme fuerza de voluntad, el sancarlino se sumó al Grupo Institucional de Alcoholismo (GIA) y actualmente está a muy poco de recibir el alta, lo que lo hace sentirse muy orgulloso y agradecido, tanto así que pintó su parripollo con las iniciales del grupo.

En una entrevista que le realizó El Cuco Digital, Edgar contó un poco más sobre su historia, sus desafíos, cómo logró salir adelante y cómo se siente hoy por hoy, entre otras cosas.

Edgar contanos un poco sobre vos.

Sí, yo comencé a beber a los 15 años y con el tiempo tomaba cada vez más. Me convertí en una persona muy violenta que siempre estaba gritando o golpeando las cosas en mí casa. La verdad que llegaba a tomarme unas 5 o 6 cervezas por día. Estaba muy perdido.

-¿Cómo fue que comenzaste a buscar ayuda?

Yo no comencé a buscar ayuda, fue mi esposa. Ella siempre me insistía que buscáramos juntos ayuda para que yo me recuperara y le decía que sí, pero al final nunca lo hacía. Un día ella consiguió el número del doctor Carlos Boeck que es el encargado del Grupo Institucional de Alcoholismo que funciona en el Tagarelli y él nos invitó a ir a su casa para charlar. Me acuerdo que el doctor estaba en ese momento de vacaciones pero nos aceptó y nos ayudó. Ese día que fuimos me explicó muchas cosas y me invitó a formar parte de la familia del GIA, y así empecé.

-¿Hacé cuánto que vas al GIA?

Alrededor de 10 meses. Voy todos los lunes. Nadie me tiene que decir que tengo que ir, yo solo voy contento y vuelvo mejor todavía. Es una familia donde nos escuchamos, apoyamos, y lloramos. Ahí los especialistas nos dan herramientas para rehabilitarnos.

-¿Qué te hizo entender que necesitabas dejarte ayudar?

Eso es importante aclarar, entender que solo no se puede. Yo siempre llegaba ebrio a mi casa, golpeaba la pared, las cosas y después, terminaba tirado en la calle llorando, con las manos lastimadas y con el hígado destruido. No tenía paz. Me costó muchísimo porque era un vicio pero salí adelante, me recuperé por mí, por mis hijos que ya me tenían miedo y por mi esposa que siempre sufría.

-¿Los beneficios de dejar el alcohol llegaron rápido?

Sí, totalmente. Me empecé a sentir en paz. Recuperé el amor y el cariño de mi familia. La plata me empezó a rendir más porque yo soy albañil y cuando cobraba solo me alcanzaba para pagarle a los empleados y después terminaba pidiendo fiado para comprar bebidas. Prácticamente vivíamos con el sueldo de mi esposa, ella es contadora, y llevaba sola la casa adelante. Ahora ya no es así, incluso la gente cuando notó que me mejoré comenzó a darme más trabajo porque nadie quiere darle laburo a un alcohólico.  Además, mis suegros vivían con el corazón en la boca y les pude devolver la tranquilidad, y ni hablar a mis padres.

-¿Cómo hacías para resistirte al alcohol cuando estabas en una fiesta o evento?

La verdad que no fue nada fácil. Al principio me iba si veía el alcohol. Me acuerdo que iba a un bar a ver los partidos y veía que las botellas iban y venían así que me tenía que ir porque no quería perder en un rato todo lo que estaba construyendo. Es esencial la voluntad y el esfuerzo. Luego, con el tiempo no me afectó, pienso que las botellas tienen agua o gaseosa, no pienso, no le doy importancia.

-¿Tenés un parripollo que has pintado en agradecimiento al GIA?

Claro, yo de lunes a viernes me dedico a la albañilería pero los fines de semana desde hace tres años vendo pollos, tengo un parripollo en mi casa, y como me siento muy agradecido lo pinte en honor al GIA. Yo sé que la gente me va a preguntar cuando lo vea y yo les voy a contar qué hace el grupo, cómo funciona y así de alguna forma podré ayudar a alguien. En mi caso personal no siento vergüenza, al contrario, siento orgullo y un gran logro por eso lo cuento abiertamente.

-¿Qué le dirías a alguien que quiere salir del alcoholismo y no sabe cómo?

Le diría que el primer paso para salir es darse cuenta que necesitamos ayuda, solo nadie sale. Es muy importante el apoyo de quienes nos rodean y la asistencia al grupo de los lunes. El doctor me dijo que estaba cerca del alta y yo le dije que no me diera el alta porque me hace bien y quiero seguir aprendiendo y ayudando. La gente no se anima a buscar ayuda porque piensan que no están enfermos o porque piensan que solo toman sábado y domingo y eso no es malo, pero hay que asumirlo y tener la voluntad de hacer el tratamiento que no es difícil. Hay que dejar la vergüenza de lado. A veces la gente es burlesca pero el bien es para uno, no para ellos. Yo estoy en paz y deseo que otros también lo puedan lograr.

¿Qué es el GIA?

El GIA es un Grupo Institucional de Alcoholismo (GIA) que brinda ayuda y asistencia a las personas alcohólicas. Dicho equipo realiza encuentros todos los lunes por la mañana en el Hospital Tagarelli de San Carlos.

A los talleres pueden asistir el ciudadano que necesite rehabilitarse o algún amigo o familiar donde especialistas capacitados le brindarán herramientas para poder lidiar con esta enfermedad. El objetivo es ayudar sin vergüenza ni tabúes.

Cabe destacar que no se cobra entrada y puede asistir cualquier persona que lo desee sin sacar turno previo. Los interesados en recibir mayor información pueden escribir al siguiente número o correo electrónico: 011-44473629 o giamendoza2016@gmail.com.

El alcoholismo

El alcoholismo es una enfermedad médico-social que daña el organismo, los vínculos familiares y sociales. Limita los mecanismos y comunicaciones entre las personas, adormece y deforma los sentimiento, obstaculiza la capacidad de dar y recibir afecto. Dificulta la posibilidad de sentir y pensar.

Presenta dos características esenciales: la pérdida de control y la incapacidad de abstenerse, por lo que se dice que el alcohólico ha perdido la voluntad. También se pone énfasis en la naturaleza dependiente y compulsiva del consumo de alcohol.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

LAS MÁS LEÍDAS

Sigue Leyendo

TUNUYÁN - VISTAFLORES - LA CONSULTA - EUGENIO BUSTOS - TUPUNGATO
HORARIOS A MENDOZA - TUNUYAN - SAN CARLOS - LA CONSULTA - EUGENIO BUSTOS - PAREDITAS - TUPUNGATO