La caída de la actividad llegó a picos del 90%, por lo que la reactivación está lejos de ser suficiente para cubrir los costos.
A medida que se van exceptuando sectores del “aislamiento preventivo social y obligatorio”, las ventas de combustibles en Mendoza, al igual que en el resto del país, comienzan a manifestar una lenta recuperación. Durante la cuarentena la facturación de las Estaciones de servicio cayó un 90%; si bien hubo un principio de reactivación cercano al 10%, pero aun se está muy lejos del promedio óptimo para cubrir los costos de la operación. El sector aplicó un amplio repertorio de recetas (apoyos, solicitudes y el refinanciamiento de servicios) para mantener el negocio.
En la provincia, con guardias mínimas, cerca de 4.500 personas trabajan en las 250 estaciones de servicio registradas. “La situación es la misma para todas las empresas del rubro, tal vez las que trabajan bajo bandera tienen un poco más de espalda que las de bandera blanca, pero todas están buscando alternativas para mantener el negocio esperando una reactivación de la economía con el fin del aislamiento”, sostiene el director ejecutivo de la Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines (Amena), Gustavo Truffini.
“Las empresas están tomando los planes que otorga el gobierno para paliar los efectos de la crisis y lograr algún alivio, se llegó a un acuerdo salarial de emergencia y se está trabajando con guardias mínimas. La semana pasada el EPRE comunicó que se podrá pagar las boletas de luz en seis cuotas con un interés del 24% anual. El desplome de las ventas obliga a gestionar otras soluciones para poder cubrir los costos fijos de la operación”, indicó Truffini.
Semanas atrás, en diálogo con Los Andes, Domingo Franchetti, titular de Amena, al hablar sobre el derrumbe de las ventas había explicado la magnitud de la dificultad que vive el rubro: “He pasado crisis de precios fijos y desabastecimiento, pero esta, lejos históricamente, es la crisis más grande que debemos atravesar, porque pone un punto de equilibrio entre las pymes que pueden continuar trabajando y las que no”. El mendocino, que integra también la Comisión Directiva de Cecha, dijo que el rubro lo forman pequeños y medianos comerciantes.
Llevar la birome para pagar con tarjeta
En las playas se han aplicado medidas para evitar la transmisión del Covid-19, como la provisión de guantes, barbijos y alcohol en gel a los empleados; también la recomendación a los conductores de que no se bajen del vehículo, que lleven su propia lapicera para firmar si abonan con tarjeta y -por último- se atenderá de acuerdo a las terminaciones del DNI.
Puertas adentro, detrás del mostrador, para evitar despidos de personal, empresarios y gremios del sector labraron un acuerdo de “emergencia” hasta que se normalice la actividad.
En el texto puede leerse: “sustituir los haberes salariales correspondientes al mes de abril de 2020, y en lo sucesivo hasta tanto dure la medida de aislamiento para todos los trabajadores que no presten servicios en el marco del aislamiento precitado, por cualquier causa que fuere, tanto sanitaria (fuerza mayor) como económica (falta o disminución de trabajo), mediante una asignación dineraria no remunerativa equivalente a la suma del 70% de los haberes brutos que le hubiese correspondido percibir en circunstancias normales”.
José Escoda, titular del Sindicato Unión Obrera de Estaciones de Servicio (SUOES), al ser consultado sobre el pago de los salarios afirmó: “Gracias a dios, en abril se han cobrado de manera normal. Las empresas han cumplido con sus obligaciones y el jueves se terminó de liquidar los salarios de 20 empleados. Estamos viviendo una situación especial y este acuerdo -válido mientras se recupera la actividad normal- realizó para evitar despidos y por ahora no hay denuncias de incumplimiento. Esperemos que la reactivación sea pronto”.
Fuente: Diario Los Andes
