El intendente saliente dio un discurso “sin papel”, expresando su agradecimiento y su satisfacción: “sin duda dejamos más en el Haber que en el Debe”.

Después de la jura del intendente electo, el intendente saliente Gustavo Soto dio su último discurso al frente del Ejecutivo departamental. Soto fue intendente de Tupungato por dos períodos consecutivos y durante su mandato el departamento alcanzó el equilibrio fiscal. En su discurso de despedida, el funcionario saliente decidió no hacer una síntesis de lo realizado porque “la ciudadanía ya juzgó”, y resumió su gobierno diciendo: “tenemos más en el Haber que en el Debe con los ciudadanos de Tupungato”. 

Soto agradeció a todos los que colaboraron: en primer lugar a su familia, por cargar la “enorme mochila de ser la familia del intendente”. También a su equipo de trabajo, entre quienes se encuentran el actual intendente Gustavo Aguilera, quien se desempeñó como director de Servicios Públicos durante la gestión de Soto. También, agradeció a los empleados municipales, y a todos los tupungatinos. 

El intendente saliente, y actual senador provincial electo, destacó el equilibrio fiscal logrado durante su gobierno, como también la mejor tasa en la provincia entre empleo público y privado. Mencionó el equipamiento, las obras y el recurso que se deja a la actual gestión para continuar trabajando. “Nos tocó gobernar en una época complicada” afirmó Soto, y agregó: “Reconozco que faltaron un montón de cosas por hacer, pero confío que con la expertise de quien me sucede se conseguirá lo que falta”. 

Con una expresión que mezclaba la emoción y la tristeza, Soto agradeció “al pueblo por honrarme con este cargo… es el mejor cargo que se puede tener en la carrera política”, y agregó que se va “tranquilo y en paz”. El funcionario saliente también pidió disculpas “a los tupungatinos a los que no supimos o pudimos llevarle la solución que necesitaban”, pero remarcó que siempre se trabajó dando lo mejor y siendo “intelectualmente honestos”. 

Ya en el final, Soto habló de la situación del país y de la necesidad de recuperar el diálogo y el consenso: “debemos ponernos de acuerdo en 4 o 5 ideas fuerza y enrolarnos todos para recuperar lo que este país alguna vez fue” afirmó, y destacó la importancia de recuperar “la convivencia” y “dejar de echarle la culpa al otro”. 

El actual senador provincial se detuvo a destacar la historia de los veteranos de Malvinas (varios presentes en el acto). Soto puso en valor su entrega y sacrificio, “pusieron en juego su vida” afirmó, y luego completó la frase con: “a los argentinos se nos pide sacrificios, pero nunca la vida”. En ese marco, Soto cerró su discurso diciendo que “si cada uno hace lo que tiene que hacer en el lugar que le toque, la Argentina recuperará su brillo”. 

La última frase de Gustavo Soto en el discurso de despedida, luego de los agradecimientos fue: “estos fueron los mejores años de mi vida política”.