Conocé la historia de la primera localidad de ese departamento valletano.
Este sábado 3 de octubre, la Villa Cabecera de San Carlos está celebrando su 248º aniversario.
Muchas veces esta festividad se confunde con la del 4 de noviembre, que es el día de la muerte del Obispo San Carlos Borromeo, Santo Patrono del departamento.
Cabe destacar que año tras año, para conmemorar la fecha, se llevan a cabo eventos que a su vez dan inicio al cronograma de actividades de la Fiesta de la Tradición. Sin embargo este año, debido al contexto de pandemia, eso no podrá ser.
A pesar de ello, aprovechamos la oportunidad para hacer un repaso por la historia.
Un poco de historia
El 2 de marzo de 1561, Pedro del Castillo llegó al Valle de Huentata y tomó posesión de esa comarca enarbolando el estandarte real y fundó una nueva Ciudad, denominándola “Mendoza”.
Pasaron 200 años y aquellos conquistadores fueron colonizando y transformando la región, pero existía la constante amenaza de los indios provenientes del Sur, no así de los del Norte -los Huarpes- con los que tenían una relativa buena relación.
Con el objeto de dar mayor seguridad a la ciudad de Mendoza, en 1770 se funda el Fuerte San Carlos a unas 20 leguas hacia el Sur, en un paraje que los naturales denominaban “La Isla” o “Real de San Carlos”, un lugar estratégico y apto para el desarrollo de la vida humana, ya que allí convergían arroyos de aguas cristalinas, tierras fértiles y un clima privilegiado puestos por la mano de Dios… Pero todo estaba para hacerse. Faltaba que el hombre se afincara.
Se necesitaba entonces coraje, fuerza, voluntad, espíritu de sacrificio y desprendimiento de los afectos para construir un mundo distinto al que existía en ese momento.
Dos años después y ante el incipiente crecimiento de una población contigua a las murallas de la fortaleza, el Gobierno de la ciudad de Mendoza, dependiente de la Capitanía General de Chile y por ende de la Corona de España, decide fundar una nueva población.
A tal efecto, el primer día de octubre se traslada al Fuerte el General y Corregidor de Cuyo, Don Juan Manuel Ruíz, acompañado del Maestre de Campo Don Juan Martínez de Rosas, integrantes del Cabildo de la Ciudad de Mendoza y otras autoridades.
Luego de interiorizarse de la situación de la zona, éstos deciden crear el día 3 de octubre de 1772 una nueva población a la que denominaron “Villa de San Carlos”, bajo la protección de los cañones del Fuerte.
El sitio preciso de su emplazamiento fue el que ocupa hoy la plaza “José Hernández” de este Distrito, disponiéndose una planificación urbana en forma de cuadrícula y la construcción de dependencias alrededor de dicho predio.
Y es así que llegaron las familias de los fortineros, algunos ganaderos, agricultores y comerciantes que fueron dando vida a este naciente pueblo que se convirtió en pionero de la cultura del trabajo y ejemplo de entereza al Sur del Río Mendoza.
Este es un hecho fundamental en la historia de la Provincia de Mendoza, pues esta fundación se realizó bajo todos los requisitos formales que tenía para esos tiempos el Reino de España. Es decir, que además de la Fundación de la Ciudad de Mendoza, San Carlos es la única población que fue fundada bajo las normas legales de la época y en un contexto histórico en el que había que poblar el extenso territorio de nuestra patria en gestación. Esa Villa que nació en aquella primavera de 1772, se convirtió luego en departamento de San Carlos en 1857, cabecera del gran “Valle de Uco” que no tenía fin hacia el Sur.
Con posterioridad, en la primera mitad del siglo XX, se designa a San Carlos Borromeo como patrono de ese departamento.
Es por eso que los sancarlinos tenemos dos fechas para celebrar: el 3 de octubre por la Fundación de la Villa de San Carlos y el 4 de noviembre por que es el aniversario de la muerte de su Santo Patrono, el obispo de Milán San Carlos Borromeo.
El largo camino recorrido hasta hoy demuestra que no estuvieron equivocados aquellos hombres que, hace 240 años, decidieron extender las fronteras hacia lugares casi deshabitados y que hoy se ha convertido en el San Carlos que todos amamos y defendemos.
Fuente: Prensa San Carlos /Alberto Piattelli
