Más de 7 cuadras de personas recorrieron las calles del centro hasta Tribunales Federales para renovar su reclamo de Justicia.
Los organismos de Derechos Humanos de la provincia realizaron en simultáneo la habitual marcha y caravana en conmemoración de un aniversario del comienzo de la última dictadura cívico-militar que castigó a gran parte de la población argentina desde 1976 hasta 1983 y sus consecuencias posteriores.
Como cada 24 de marzo (con excepción del pasado que tuvo que ser virtual por la amenaza del Covid-19), cientos de mendocinos se convocaron en distintos puntos y se dirigieron hacia tribunales federales donde se leyeron algunas palabras alusivas y luego hubo una rápida desconcentración para evitar contagios. En todo momento se señalaron los cuidados pertinentes por la pandemia. En esta oportunidad hubo dos columnas que marcharon hacia tribunales pero partieron desde diferentes puntos. Un grupo, que alcanzó las siete cuadras de longitud, se congregó en el kilómetro cero y desde allí partió, por avenida San Martín, hacia Colón, luego Patricias Mendocinas, Pedro Molina y finalmente, tras 50 minutos de caminata, culminó en Tribunales.
En tanto, se realizó una caravana desde la ex comisaría 7ma de Godoy Cruz, frente a la plaza departamental, que luego siguió por San Martín hasta alcanzar el mismo punto que la columna anterior.
“Hace 45 años marchamos por la memoria, la verdad y la justicia. Siempre nos hemos movido desde el amor y no con el odio o la venganza. Pero hoy se intenta instalar el miedo por parte de grupos fascistas representados por Trump o Bolsonaro y sus representantes locales. Hay sectores que intentan instalar esta ideología del miedo y lo quieren utilizar para lograr sus objetivos”, dijo Nino Bonoldi, hermano de Adriana Bonoldi, secuestrada y desaparecida el 1 de diciembre de 1976. Él es parte de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas. “Se han cambiado las botas por el traje y la corbata”, agregó en alusión a la forma de operar de los referentes políticos antes mencionados.
El orden de la marcha fue el mismo de los últimos años. Así, familiares y organismos de Derechos humanos encabezaron el recorrido seguidos por la red por los DDHH, organizaciones sociales, sindicales y políticas. Familiares de Sebastián Moro reclamaron por lo sucedido con el periodista mendocino en Bolivia durante el golpe de estado en aquel país. Lo propio hicieron los familiares y amigos de Melody Barrera, la mujer trans asesinada el año pasado.
Celeste Seydell, familiar de desaparecidos señaló sus razones para estar presente en una nueva marcha. “Marcho por la verdad, la memoria y la justicia, pero también por mi hijo. Creo que siempre lo voy a hacer. Pero también depende de la sociedad que esto siga haciéndose”.
Como en cada marcha del 24 de marzo no faltaron los rostros de los desaparecidos elevados al cielo en carteles con su foto y su nombre. Estos mismos rostros fueron los que se colocaron en tribunales federales.
Georgina, un tanto apartada de la marcha pero con su pañuelo blanco y las correspondientes palabras alusivas a la fecha en él, comentó “Afortunadamente yo no perdí ningún familiar, pero marcho para que nunca más vuelva a suceder algo así”.
Fuente: Los Andes
