Por Libby Rose
El KM 0 reúne a cientos de hinchas después de cada partido, Pero en la previa, y durante cada partido, también se vive una fiesta.
Decenas de personas eligen en cada fecha ver los partidos de la selección en la peatonal mendocina. Este emblemático paseo de la Ciudad ya se ha convertido en uno de los sitios de concentración de cientos de hinchas que se congregan en los bares y restaurantes de la zona para ver en compañía a la Scaloneta.
Desde temprano, empiezan a llegar los vendedores de camisetas, vuvuzelas y demás “merchandising” de la albiceleste, y de a poco empiezan a llenarse los locales comerciales. Incluso, quienes no consiguen mesa o no disponen de dinero para consumir en el lugar, se sientan en la vereda a disfrutar de la transmisión de los televisores que miran hacia allí.
También se ha podido apreciar la presencia de turistas de diferentes nacionalidades que visitan la provincia y se ponen la camiseta para ser parte de este ritual de la pasión argenta. Y es que la Selección, con Messi como comandante, despierta fanatismo en todo el mundo.
La previa, la salida de los jugadores y el partido en sí son acompañados de aplausos, gritos, sonido de vuvuzelas, e incluso alguna bomba de estruendo que algún desubicado tira, pero que no opaca la vibra mundialista. El himno, por supuesto, se entona de pie, y ni hablar de los alaridos de alegría que provoca cada gol argentino, que luego termina en abrazos.
Una vez terminado el partido, el público empieza a caminar hacia Garibaldi y San Martín, la intersección conocida como kilómetro 0, y minuto a minuto se van sumando más y más personas que salen de sus casas en caravana para festejar. Adultos, niños y ¡hasta perros! componen este folclore emocionante.
Desde los diferentes puntos, se ven cómo los autos se dirigen al centro al ritmo de las bocinas, los gritos de aliento y cánticos.
Este ritual es una verdadera fiesta que esperamos repetir el próximo domingo luego de que Argentina juega la final del Mundial.