Las pruebas aportadas por la Policía no fueron suficientes a criterio del juez y el fiscal Horacio Quinteros. Se trata del hombre que fue detenido en Puerto Deseado y el sospechoso que fue apresado en la terminal de colectivos de Caleta Olivia.

Los dos detenidos acusados por la violación de una mujer y el crimen de su hijo de cuatro años -asesinado a golpes en la cabeza- y por en una playa de la localidad santacruceña de Puerto Deseado, fueron liberados en las últimas horas por falta de pruebas, informaron esta mañana fuentes judiciales.

Según informaron medios locales, tras pasar seis horas en la comisaría y cumplir los plazos legales, los sospechosos fueron liberados. El material probatorio aportado por la Policía no fue suficiente para el criterio del juez y el fiscal Horacio Quinteros para, al menos, dejarlos un día detenidos y avanzar sobre estas pistas, señaló la agencia Télam.

A pesar de su liberación, los hombres tendrán que presentarse a una ronda de reconocimiento ordenada por el juez que, según trascendió, no dispuso ninguna otra medida de prueba.

Se trata de dos hombres que fueron aprehendidos tras un allanamiento policial en un lugar de la ciudad portuaria conocido como “La Favela”. Allí, estas dos personas fueron encontradas con manchas de sangre en sus zapatillas y sus rostros lastimados.

La mujer, tras ser rescatada e internada en el hospital zonal de Puerto Deseado, había dado datos sobre los atacantes con los que la Policia pudo reconstruir un identikit de los sospechosos.

La víctima relató a la fuerza de seguridad que durante el ataque en la playa Cavendish en una zona de acantilados, escuchó al abusador decirle a su cómplice: ” No quiero ir a la cárcel”, tras lo que el atacante intentó asesinarla golpeándola con una piedra para que no pudiera identificarlo después de haberla violado. En simultáneo, el otro hombre mantenía al menor amenazado con un cuchillo en el cuello.

Las víctimas fueron atacadas el pasado jueves mientras caminaban por el lugar, alrededor de las 16, por dos individuos que las abordaron y las llevaron hasta un sector de rocas y oculto al público.

Fuente: La Nación