Salud emocional: especialista en psicología nos explica qué es el Síndrome de la Cabaña y cómo afrontar esta nueva vida

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Por Estefanía Tello

Ante la aparición del brote epidémico del coronavirus, autoridades sanitarias y gubernamentales tomaron la decisión de limitar al máximo la propagación de la enfermedad limitando el contacto entre los ciudadanos.

Por ejemplo, en la Argentina, el presidente Alberto Fernández decretó en el mes de marzo el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el territorio, y desde ese entonces hay quienes no han vuelto a salir de sus hogares, otros han salido muy pocas veces y hay quienes cumplen actividades esenciales y no han podido estar en casa.

Sea como sea la situación particular que le toca afrontar a cada uno, hay un sentimiento por el que la mayoría de los ciudadanos han experimentado, y es el miedo, ya sea al contagio del virus, a la exposición que experimentan familiares o amigos, o al miedo de no saber cómo volver a adaptarse a una nueva vida ahora que muchas provincias han pasado de la etapa de la cuarentena obligatoria a la de distanciamiento social.

Por tal motivo, El Cuco Digital entrevistó a Marcos Jofré, -oriundo de San Carlos-, doctor en psicología y director de la carrera de psicología en la Universidad de Congreso. Quién también nos brindó información sobre el miedo, la ansiedad, el Síndrome de la Cabaña, entre otros temas interesantes.

-Tras un prolongado período de tiempo confinado a mantenerse en el reducido espacio de la casa, con la limitación en salidas y realizando poco esfuerzo, hay quienes se han acostumbrado a esta nueva situación ¿puede que eso genere una sensación de miedo y temor para algunos ahora que salimos del aislamiento social a la etapa de distanciamiento?

Por un lado está el efecto de “habituación” que se genera luego de una nueva rutina prolongada en el tiempo. Pueden haberse establecido nuevos horarios para la vida cotidiana, que ahora no coincidan con los horarios laborales. En los niños pequeños se observa muy claramente la reacción a espacios y sonidos a los que se habían desacostumbrado, pero en general esto nos puede pasar a los grandes también. Y es difícil volver a compatibilizar la vida doméstica con la vida fuera de casa. Pero a esto se le suma el problema de que la proporción de infecciones no ha bajado significativamente, más bien al contrario. Esto suma aún más temores. No es raro entonces experimentar miedo, temor reticencia, angustia cuando hay que enfrentar la salida de casa. De hecho es frecuente.

– Entonces, ¿cómo podemos manejar el miedo y la ansiedad?

El miedo es una emoción que posibilita la supervivencia. El miedo sirve. Básicamente para que nos enfoquemos y nos concentremos en cuidarnos de lo que nos provoca miedo. Por eso, ante el miedo hay dos respuestas que son efectivas y se deben dar al mismo tiempo: primero- afrontar (evitar lo que nos da miedo generalmente hace que el miedo aumente). Segundo- enfocarse en la protección y el cuidado, sabemos que debemos mantener el distanciamiento, lavarnos las manos con frecuencia, usar geles sanitizantes cuando entramos en contacto con superficies por las que otras manos también anduvieron, usar el tapabocas, evitar aglomeraciones de personas, evitar tocarnos el rostro, etc. Ser conscientes de esos cuidados, cumplirlos, puede ofrecernos una sensación de tener el problema bajo control (no solucionado)

Pero además, hay que buscar actividades que nos ofrezcan relajación y placer, para contrarrestar los efectos nocivos de la ansiedad. La actividad física, la meditación, oír música, cantar, leer, jugar, lo que sea que nos haga sentir placer, gratificación.

-Hay quienes hablan de un trastorno emocional conocido como el Síndrome de la Cabaña, ¿qué es? ¿quiénes tienen mayor tendencia a sufrirlo?

El Síndrome de la Cabaña es un nombre rimbombante para esta experiencia de temor a salir por habernos habituado y sentirnos seguros dentro de casa. No es verdaderamente una patología reconocida en los códigos de diagnóstico. Hay personas que tienen más dificultad para gestionar con eficacia sus emociones, el miedo en particular. Esas personas podrían ser más susceptibles de experimentar estas sensaciones con mayor intensidad

-¿Y en caso de que las emociones se hagan difíciles de manejar en algún momento?

Lo más oportuno es visitar un especialista. Ver a un profesional de la salud

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