Desde el Consejo Provincial de Defensa del Arbolado Público señalan que de aplicarse lo cambios y darle mayor potestar a los municipios, se pondría en riesgo al medioambiente.
Continúa la polémica en torno al proyecto presentado meses atrás por la diputada Ana María Andía para modificar leyes sobre arbolado público en Mendoza. La propuesta plantea cambios de las leyes 7874 – de protección ambiental – y 1079 – Orgánica de Municipalidades.
En líneas generales, el objetivo es dar mayor potestad a los municipios a la hora de tomar decisiones en lo referente a los procesos de mantenimiento y renovación del arbolado público en la provincia. Para los ambientalistas esto significaría dar lugar a una poda desmedida que pondría en riesgo a medio ambiente.
De aprobarse, para la erradicación, tala, rebaje, limpieza, poda, renovación y desbrote del arbolado público, las autoridades competentes podrán presentar ante la Dirección de Recursos Naturales Renovables un “Programa de Acción para el Control, Conservación, Preservación y Renovación del Arbolado Público”.
Este programa podrá tener una duración de 3 a 12 meses, y deberá contener una descripción global de las acciones a desarrollar en sus respectivas áreas de competencia. Además, deberá acompañarse de un Protocolo de Actuación para los casos en que se requiera erradicación o tala de ejemplares que se encuentren en estado de riesgo.
“Por la presión social se ha parado y está actualmente en la Comisión Legislativa. Entra a la comisión de Ambiente y sin ninguna consulta sale aprobada de esa comisión. Hay que decir que eso no está bien porque en la misma ley que se quiere modificar (7874) dice que se establece la obligatoriedad de la consulta al Concejo de Defensa del Arbolado Público. Este proceso se salteó, no se consultó a nadie y pasó a la Comisión Legislativa y Asuntos Constitucionales que es donde está hora. Nosotros nos enteramos unas horas antes de que se tratara en esta comisión que preside el diputado Difonso”, explicó Teresita Capezzone, referente del Consejo del Defensa del Arbolado Público, en diálogo con El Cuco Digital.
El Consejo de Arbolado Público está conformado por la Dirección de Recursos Naturales Renovables, Dirección Provincial de Vialidad, Departamento General de Irrigación, Instituto Argentino de Zonas áridas (IADIZA), Centro de Ingenieros Agrónomos, Sociedad de Arquitectos de Mendoza, Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, ONGs integrantes del Consejo Provincial Ambiental, Inspecciones de Cauce, Dirección Nacional de Vialidad, Municipios de la Provincia, el Centro de Estudios de Legislación del Agua (CELA), Instituto Nacional del Agua y el Ambiente (INA), Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (IANIGLA) del Centro de Investigaciones Científicas y Técnicas (CRICYT), Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Mendoza y la Dirección de Parques y Zoológicos. El organismo envió hace algunas semanas un informe en disconformidad con la propuesta presentada.
“Esto ha sido injusto y hasta pensamos que raya ilegal porque acá no se ha respetado el derecho a la información, a la participación ciudadana, salvo la oportunidad que nos dio el diputado Difonso a través de una reunión virtual para expresar nuestra opinión, pero muchísima gente no tiene acceso”.
“A nuestro entender es una modificación regresiva. Las leyes de protección ambiental tiene que cumplir con el principio de progresividad que están en ley general de ambiente de la Nación, cada vez que se modifican tienen que ser para dar más derechos, más protección, conversación, o lo que corresponda”
“Esta no es la primera vez que se quiere modificar y eso es porque algunos intendentes no quieren que a Dirección de Recursos Naturales esté dando las autorizaciones y tutela del arbolado”, criticó.
“También alegan a que si hay un árbol peligroso o en estado de riesgo, pero no es así, todo esto está contemplado en la ley vigente”.
“Lo que quieren, y de hecho ya lo están haciendo, es manejar el arbolado público y esto es muy peligroso porque esta forma de gestionar es la que tiene el arbolado en estado de decrepitud, con pocas reposiciones, talas injustificadas, a pesar de la obligatoriedad de la ley. Se ha perdido muchísimo patrimonio forestal”, indicó la ambientalista.
“Nosotros ya estamos en un lugar vulnerable porque estamos en una zona semi árida, árida, y los árboles han hechos que la zona se vuelva habitable porque regulan la humedad, aparan vientos. Vivimos en un confort relativo climático gracias a la arboledas”, remarcó.
